tag:blogger.com,1999:blog-4496145821317958510.post8688845523151278212..comments2023-10-05T12:20:31.540+02:00Comments on Yo soy Keyser Soze: Relatos cortos pero impactantes (II)Ender Wigginshttp://www.blogger.com/profile/01915303531068390966noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-4496145821317958510.post-11815086726896496172008-05-07T18:39:00.000+02:002008-05-07T18:39:00.000+02:00Bueno, el relato original ofrece una situación bas...Bueno, el relato original ofrece una situación bastante "real" (por suerte, duermo como un tronco). Bien escrito, me gusta. Felicitaciones al autor.<BR/>El relato "comentado"... Una metamorfosis literaria en toda regla que consigue ofrecer al lector el sentimiento opuesto al relato original. Me gusta. Felicitaciones también. Un saludo.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4496145821317958510.post-44221405030818739862008-05-07T13:41:00.000+02:002008-05-07T13:41:00.000+02:00Enrique se dio la vuelta, aún incómodo, mientras A...Enrique se dio la vuelta, aún incómodo, mientras Ana seguía sin volver. La luz de la farola se filtraba por el hueco de la cremallera y formaba un raro potaje en la pared de la tienda de campaña, mezclándose con el camping gas.<BR/><BR/>Hacía un año que estaban en el paro. Habían sido informáticos 3 años. Lo añoraba. Pero Enrique pensaba en si en ese año sin trabajo Ana había empezado a prostituirse, a bajarse las bragas que protegían el vulnerable sentido de la fidelidad. La confianza mutua, el estar con uno sin tocar a los otros, el sentirse no cornudo,... no eran temas que Ana llevase muy mal.<BR/><BR/>De repente, un ruido rompió la quietud del camping, elevándose de tono hasta que finalmente, cesó bruscamente. El estruendo, un sonoro pedo, había sido obra del <I>cliente</I> de Ana, que fuera se trabaja al dueño en ese momento.<BR/><BR/>Mientras imaginaba como el fétido olor de la tremenda ventosidad llegaba a las fosas nasales de Ana, Enrique esbozó una sonrisa y pensó "¡jódete!".Anonymousnoreply@blogger.com