Pont des Arts

La semana pasada estuve en París, ciudad que me encantó, como no podía ser de otra manera. Y como soy bueno, y me gusta realizar post de utilidad social, ahí va éste sobre el lugar que más me gustó: el Pont des Arts.
Digo de utilidad social, porque si alguien está pensando declararse a su media naranja, decirle cuaaaaánto le quiere, o pedirle matrimonio ( Dios no lo quiera), el Pont des Arts es el lugar indicado.

Es un sitio realmente bonito, que muchos ya conocéreis, justo enfrente de donde el Sena se abre para dar lugar a la isla de la Cité, con Notre Dame asomando al fondo, el Louvre a un lado y el Instituto Francés ( su Real Academia) al otro. Por si esto fuera poco te das la vuelta y aparece la Torre Eiffel, el Museo D'Orsay...

Existe una pequeña tradición que consiste en colocar un candado en la reja del puente, en señal de amor, y después tirar la llave al Sena, como símbolo de que ese amor es para siempre. Hay quien es más previsor, o quizá ecológico también, y en vez de tirarla al río se la guarda, y en el momento en que quiere acabar con esa relación vuelve y se lleva el candado. Pero no pensemos en eso.

Yo creo que si invitais a vuestra pareja a un viaje sorpresa a París, vais al puente al atardecer y haceis el numerito del candado, las posibilidades de éxito serán bastante altas. Para los chicos, un anillo de diamantes siempre ayuda también.

A mí ya me ha pillado un poco un tarde, ya iba más que emparejado, y más que poner el candado y tirar la llave, lo que me habría gustado es tirar a la parienta al río ( es broma, la pobre es una santa y no me la merezco).

El puente es uno de los lugares predilectos de los parisinos, al que cuando hay buen tiempo acuden a tomarse un vinito y disfrutar de la espléndida vista. También se celebran en él numerosas exposiciones de arte, y ha aparecido en novelas como Rayuela, hay una peli titulada Pont des Arts dirigida por Eugene Green en el 2004, y George Brassens le cantó al fuerte viento que sopla en él ( avisados quedais, mejor ir en época de buen tiempo) en su canción Le vent. Aparece también en el último capítulo de Sexo en Nuevo York, ese tan potito y tan herboso... y supongo que en muchos sitios más.

Pues eso, no me digais que no me preocupo por vuestra felicidad. Como diría la gran filósofa Anne Igartiburu: ¡Hasta mañana, corazones!

P.D. Leo en el ADN de hoy que a la gente de Sevilla le ha dado por hacer lo mismo en el puente de Triana, y que el ayuntamiento no da abasto a quitar candados.
Supongo que con esto pasa como con todo, que al principio tiene su encanto, pero cuando se masifica acabamos estropeándolo. En el Pont des Arts yo ví muy poquitos, no sé si porque también los quitan o porque todavía no se ha convertido en un fenómeno de masas.
En este blog nos informan detalladamente del estado de la cuestión.