Llevo un mes aguantándome un post sobre médicos, porque quería dar una oportunidad al ser racional que hay en todo el mundo. O al menos, creí que había. Pero no. Resulta que, cuando hay dinero de por medio, no hay paciente que valga:
Hace un tiempo, la 'esclava holandesa' tuvo un 'accidente laboral' que la provocó una lesión en la muñeca. Al trabajar en un hospital, uno pensaría que lo tendría muy fácil.
Pues no.
Una de las consecuencias del despropósito de Aguirre de privatizar la sanidad es que los hospitales de gestión privada, aunque sean públicos, gestionan la cobertura médica como les sale del mismo. Así, el hospital en el que trabaja la 'esclava holandesa', tiene contratado a este efecto a una mutua.
Por supuesto, la mutua tiene un gran primer objetivo: gastar el mínimo dinero dando el servicio justo. Así, no es de extrañar que se priorice la cuestión económica al bienestar del paciente. Si pregunto a cuántos de vosotros os ha dado de alta el médico de la mutua sin estar completamente recuperados porque le 'priman' por solucionar las bajas rápido, levantaríais todos la mano.
Así que la cosa siguió el guión obvio; la gente de la mutua, para una lesión en la que se recomiendan dos meses de convalecencia, le dió el alta en 2 semanas, después de unas sesiones de rehabilitación. Hala. Pal trabajo, cuentista.
Obviamente, la siguiente vez que la 'esclava holandesa' tuvo que utilizar su muñeca para algo más trabajoso que levantar un folio, la muñeca chascó y tuvo que volver a la mutua. La médico, a la que una recaída le debía costar dinero, abrió una nueva incidencia.
Otra vez el puto dinero.
Otra vez las putas insinuaciones de que la 'esclava holandesa' le estaba echando cuento. Como la médico de la mutua no tenía ni idea de lo que pasaba, accedió a regañadientes a enviarle a un especialista;
¿Resultado? después de una resonancia magnética, la médico de la mutua nos ha llamado. Ha decidido que el especialista no nos explique si se ha visto algo en la resonancia y nos ha dicho que no se ve nada y que va a cerrar la incidencia, porque no es de la muñeca. Ante nuestra insistencia en señalar la casualidad de que los síntomas, que empezaron casualmente con el problema de la muñeca, no han hecho sino aumentar (a estas alturas, el dolor ha pasado de la muñeca al brazo y llega al hombro), la mujer no ha dicho ni mu.
Resultado: por la puta ineptitud de un médico que cobra por hacer las bajas más cortas, van a dar de alta a una persona sin saber qué le pasa. Y lo hacen con dos cojones. La muy palurda incluso ha llegado a sugerir que el hecho de que le duela incluso cuando no hace nada con el brazo puede deberse a 'los nervios'. Claro, y cuando está dormida le duele porque sueña que está nerviosa.
Y esto es lo que pasa cuando a un inepto le dices que cobrará en función de lo rápido que haga su trabajo.
Yo creo que, siguiendo esta estela, deberíamos pagar a los cirujanos en base a la rapidez con la que hagan operaciones a corazón abierto. Asistiríamos a verdaderas obras de arte.
"¡Ja! ¡16 minutos y 12 segundos! ¡he batido el record de Romerales! ¿que si el paciente ha sobrevivido? ¿y qué importa? yo ya he cubierto objetivos..."
Así que seguimos importando lo peor de los EEUU y encima intentan vendernos que es lo mejor.
Y como conclusión, yo, que odio el coche, estoy empezando a coger una práctica increíble en la conducción por Madrid, porque mi santa esposa no puede ni mover el brazo derecho. Y lo peor es que a la médico de la mutua se la sopla con ganas. Porque no la pagan por curar a la gente. la pagan por 'cerrar' incidencias.