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viernes, 30 de mayo de 2008

Esta paranoia es de Ender Wiggins

Vieja Usanza - Capítulo II


El MagCalc queda mudo
. Miro hacia atrás justo a tiempo para ver el hongo expandirse hacia mí a toda velocidad. A la de la luz. Segundos después, un sordo retumbar empieza a oírse.

PiensaPiensa¡Piensa!


Madrid, o lo que queda de ella, está a cuatrocientos kilómetros y no veo ningun montículo o edificio que ofrezca protección. Intento pensar en la velocidad de la luz y a qué velocidad vuelo. No me va a dar tiempo. Susurro el Hiper con nivel 50+ y pongo todo mi esfuerzo en encontrar Mojo hasta debajo de las piedras para sustentar el conjuro. De repente, la linea de horizonte se emborrona y recorro cuatrocientos kilómetros en un suspiro. Paro en seco, segundos antes de atravesar una de las torres KIO. Mi hombro cruje por el frenazo, mientras noto el aumento de temperatura a mis espaldas. Bajo a la altura de la base del edificio, entro por las puertas destruidas, me acurruco en un rincón y mascullo un Escudo 50+. No queda energía suficiente ni para el escudo 10+, pero lo intento. El hombro duele de cojones.

La onda expansiva golpea el edificio como un huracán de fuego. El ruido es ensordecedor, incluso a través del escudo, que chisporrotea, con las partículas de alta energía siendo desviadas por vete-tú-a-saber-qué-partícula-exótica del escudo. Se produce una segunda explosión que llego a percibir vagamente antes de desmayarme.


*************************************************

El patio de la escuela es un hervidero de murmullos mientras llega el profesor con el material de prácticas. Mordecay se acerca con aire conspirador. Intento ignorarle, pero no me deja mucha opción.

- Eeeiiii, Sigurd, ¿preparado para lanzar un Megades sin la MagCalc?
- No creo que hagamos Megades-le respondo-. el profesor Mendelevev dijo que era un hechizo para cursos avanzados...
- Eres un mariquita, Sigurd. Siempre estás haciéndole la bola al estirado de Mendelevev,...

como siempre que Mordecay me llama 'mariquita', le pongo una mano en el hombro y le digo 'ya te gustaría a tí, bujarrón'. El siempre aparta la mano teatralmente, con una mueca de asco.

-Chicos- la voz del profesor apagó todas las conversaciones. ¿Habría oído al gilipollas de Mordecay? - vamos a empezar. En principio, probaremos los hechizos de 'Acción en el aire' y los de propulsión. Mordecay, Sigurd, haced los honores. Id hacia las porterías - vaya, sí que le había oído, y a mí me había tocado por "asociación involuntaria con gilipollas".
El profesor nos sitúa a ambos en los extremos del viejo campo de fútbol.

- Bien, chicos, empezad a convocar el hechizo. Nada de Magcalc, por supuesto.

Empiezo a murmurar el 'acción en el aire' mientras miro de reojo a Mordecay, al otro extremo del campo. Está demasiado lejos para verle mover los labios, pero le veo elevarse antes de que yo esté por la mitad de la invocación. Mierda, tengo que darme prisa

"...ectus,Sei,aeris,Divum,celeris est..."
Me elevo 2 metros mientras el vértigo aparece y desaparece. -Confianza, confianza- me repito a mi mismo. Veo por el rabillo del ojo que Mordecay ya se acerca a mí sin que el profesor le diga nada, aunque se para cuando el profesor le mira. Ni ha salido del área. Mira que es bobo.

- avanzad unos metros el uno hacia el otro. Mordecay, tú quieto que ya te has acercado bastante. Sigurd, hasta el borde del área. Tenéis que estar lo suficientemente separados para que no os choquéis, pero lo ma´s cerca posible de nosotros para que os veamos a ambos.

Con un poco de esfuerzo logro avanzar hacia Mordecay, con los brazos extendidos hacia atrás y abajo, las piernas en perpendicular con el suelo y de frente. No me gusta ir paralelo al suelo, aunque dicen que es más aerodinámico. Se pone uno los calzones por fuera y ya es el puto Superman...

- A ver, chicos, ahora subid un poco. Tomad como referencia la torre del colegio. Después, haced un rasante a 3 metros de altura. Lento para que lo puedan ver vuestros compañeros. Exagerad las runas de giro para que se vean claro, ¿de acuerdo?

Subimos unos 15 metros bajo la atenta mirada de la clase, metros el uno del otro. Estaremos a unos 20 metros de altura, probablemente. Desde aquí una caída significa "muerte" casi con toda seguridad, sobre todo si estás luchando. Por eso los magos no suelen utilizar el 'acción en el aire' mientras luchan, sólo para desplazarse y para huir. Aunque un par de profesores han hecho algún combate de exhibición en el aire, no es una tećnica fácil de mantener y la exhibición pronto se convierte en una pantomima porque se nota como sólo marcan los golpes para no desconcentrarse mutuamente.

De repente, noto que hay cierta agitación en el suelo. Un profesor ha venido corriendo y está hablando con el profesor Mendelevev. Agita mucho los brazos y señala a la entrada en la cúpula escudo,al lado opuesto del campus. Mendelevev se va, dejando al cargo al mayor de la clase, Sedior.

Sedior es un chico moreno, con el pelo largo y un cuerpo musculoso. En realidad, solo tiene un año más que nosotros, pero parece como si se hubiese tomado un tazón de esteroides. A pesar de eso, no le he visto levantar la mano ni una sola vez. Su mirada atemoriza a cualquier matón.

- No os mováis. Vosotros, los de arriba, estáos quietecitos hasta que venga el profesor

-¿Tú y qué ejercito, Sedior? - le espeta Mordecay - Ahora es cuando podemos divertirnos un rato.

No me gusta la mirada que me lanza Mordecay. Veo que está hablando con Sedior, pero no le entiendo. Y de repente, Mordecay se lanza hacia mí a toda velocidad murmurando algo que me juego mi asignación mensual a que es un Megades. Invoco con rapidez un escudo mágico, algo que me salva la vida. Pero no por el Megades, que Mordecay no ha acabado de invocar...

La cúpula-escudo del colegio parpadea. Un ruido como el de un mosquito de 3 toneladas electrocutado y la ausencia del zumbido característico de la cúpula precede a la onda de la explosión , que llega hasta nosotros. Veo como Mordecay es arrastrado como una pluma por la onda expansiva, segundos antes de desmayarme. Mi último pensamiento consciente es sorprendente y a la vez terrorífico:

Alguien ha lanzado un arma atómica a la cúpula-escudo del campus.

...Continuará



6 comentarios:

Enrique Lopez dijo...

Hala! muy bien ya has conseguido engancharme con tu sucedaneo de Harry Potter.

Anónimo dijo...

Gracias! Acabas de mejorarme un poco el día (que ha empezado de puta pena al saber que he suspendido un examen). Vaya casualidad que publiques hoy Vieja Usanza II

Estoy con Blasfemo (y ya lo dije en el primer capítulo), esto engancha.

Entre tú y Duczen con su Gabriel de los cojones vais a ser mi perdición (pero es que en la perdición se está tan bien...)

Ender Wiggins dijo...

Tranqui por el examen,que seguro que tienes muchos más :-D un solo examen es como "una lágrima en la lluvia, la puerta de tanhausser, no te mato porque tienes cara de pasmao, harrison Ford" y todo eso.

en cuanto a lo del relato, me alegro, porque hasta hora todavía no ha habido hostias, y me preocupaba que la falta de acción hiciese decaer el interés.

a partir del siguiente capítulo, hostias como panes (mágicos). Creo. Si no, hago un crossover no autoriado con Gabriel y lo titulo : "el calvo de la lotería VS un par de magos" :-DDD

Manuel dijo...

En cuanto pueda me lo leo y me sumo a los elogios, pero (por alusiones) yo no he hablado de los cojones de Gabriel... todavía.
:D

¿Y ese spinoff "vieja! Tu Danza"?.

Anónimo dijo...

Extracto del libro del declitoromio, capitulo 90-63-92.

... No era el lugar adecuado, las normas prohibían explícitamente su uso, pero Mordecay parecía no entenderlo así. Me gritaba “Yo la vi primero, es para mi”. Desde mi posición podía adivinar como todo su cuerpo se preparaba para un Megades. ¡Un Megades sin la Malgcalc, bastardo hijo de puta!... y encima en un lugar público; Pero no iba a quedarme esperando sentado, yo también la quería. Recite rápidamente el escudo protector nivel 69+ “Ite escudatis falis bocae hoyum linguis est” mientras posicionaba mis pies predispuesto a recibir una fuerte descarga. Había que ser demasiado novato para no saber que a veces la distorsión del espacio-tiempo producía flujos con descargas súbitas imprevistas. Mentalmente seleccione mi ataque, pero no tuve tiempo de reaccionar. Mordecay me había lanzado su Megades al grito de “penetratio intensun no homo es honorus in calem defendere”. Me golpeo de refilón en el hombro. Afortunadamente mi escudo era superior a su ataque. ¡Inútil!, ¿dónde se ha visto que un Megades falle ante tan sólo un escudo?. Me dio un ataque de risa, ¡que cosita más pequeña!. Vergüenza le debía dar enseñar eso en público. Había perdido la ventaja, la iniciativa. No le dí tiempo a lamentarse, recuperé la posición de ataque perdida e invoque mi Megades. Se iba a enterar ese aficionadillo dobla cucharas. “culum a pelum in perta traseris nom lubricatae troncum en”. La onda expansiva le impactó de lleno. Su sorpresa fue mayúscula ante el majestuoso porte de mi invocación. Apenas tuvo tiempo de decir “Sigurd, cabronaz...”, Mordecay calló al suelo desmayado. Así aprendería a no provocar a quien no debe y a no intentar robármela. El poster tamaño natural de Elsa era mío, yo lo vi primero... ese culito bien merecía saltarse las normas. Me fui de la librería antes de que la comisión de uso indebido de magia detectara nuestra presencia ...

Ender Wiggins dijo...

ofrenta! ofrenta!

P.D: Armagedonimus analis.

P.D.2: Gracias ano...nimo.

P.D.3: Paciencia, sé que no hay muchas cosas romepdoras en los dos primeros capítulos (excepto que el protagonista se desmaya en cuanto le lanzan una bomba nuclear de nada), pero tengo que ir poniendo unas bases típicas, para ir rompiendo los tópicos con las ideas raras que se me ocurren. En realidad, hay aquí una mezcla de tecnología y magia que siempre me ha gustado. Todavía no lo he explicado muy bien, pero la cosa es que en algún momento, en este mundo, alguien ha encontrado la explicación física de la magia (no de la de hacer desaparecer un conejo, o de follárselo, sino de la de conjuros y todas esas gaitas).