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domingo, 28 de octubre de 2007

Esta paranoia es de Anónimo

Mae Burr

00. Guía de Monette's
01. Peter Dean
02. John Buck
03. Steven Hawks
04. Mae Burr
05. Jelissa Hawks
06. Fred Bale
07. Jennifer
08. Tom Mcgurn
09. Carol Bale
10. Brian Ness
11. Bill Torrio
12. Dorothy



22:43 p.m.
01 de Octubre de 1943
KayRiver City


La música llenaba el local. En medio del escenario una mujer de color cubría la noche con su presencia, no sólo con su cuerpo, sino con su voz. El público estaba expectante. Durante estas últimas semanas se había despertado el interés por ella.

... I don’t want you to be no slave;
I don’t want you to work all day;
But I want you to be true,
And I just wanna make love to you ...

Dejó atrás al perro de presa que vigilaba la entrada. Un hombre de mediana edad y con músculos nada despreciables, más propios de asuntos turbios que de salas de fiesta; En cualquier caso, no presagiaba nada bueno.

El local era amplio y esa sensación daba, a pesar de estar repleto. Estaba dividido en tres zonas. No había barreras físicas. Eran tres ambientes claramente diferenciados. Al fondo, unos pocos palmos más alto, se hallaba el escenario precedido por una pequeña pista de baile. A la izquierda una barra de bar con dos camareros con demasiada experiencia a sus espaldas, y a la derecha, en la zona más amplia y ocultas en la penumbra, se encontraban una serie de mesas con una débil luz en el centro. La iluminación era tenue, intimidad alejada de miradas curiosas. Adecuada para todo tipo de negocios y para todo tipo de espectáculos.

Al final de la barra, en el límite del escenario, nacía una escalera de caracol que desembocaba en la parte superior, justo encima de la entrada, en un reservado que coronaba el local y desde el que se tenía completa visión de toda la actividad que allí se gestaba. La escalera era celosamente vigilada por los dos primos hermanos del tipo de la puerta, cuyos elegantes trajes no conseguían ocultar las sendas armas de sus portadores.
En el centro del local, en tierra de nadie, colgaban dos ostentosas lámparas de cristal que rompían toda monotonía visual. Las paredes decoradas con espejos, en la barra, y con cortinas de seda roja y ribetes en color oro en el resto. Una extraña mezcla de lujo y vulgaridad. Así era Monette’s.

Peter Dean se dirigió a la barra. Sólo había dos cosas que le faltasen en esta noche, algo de alcohol y una mala mujer. ¿Por qué prescindir de una de ellas?, se dijo mientras pedía dos Bourbon. Siempre empezaba la noche bebiendo uno de un trago, para calentar la garganta, y otro más tranquilamente, para mantener el calor.
Sujetó uno de los vasos con sus dedos dispuesto a tomar el primer sorbo cuando notó a alguien junto a él.
-No pareces la clase de hombre que bebe sólo. - Peter se limitó a dejarla coger el vaso más alejado sin apartar la mirada del frente. Ella se inclinó rozando suavemente su cara con su mejilla. Su perfume le cautivó. Era fresco, sensual, uno de esos que te hace perder la cordura. -De este me encargo yo-. Concluyó mientras mojaba sus labios, primero, y apuraba la copa, después. Peter sonrió imperceptiblemente. Todavía estaba preso por olor de esa mujer.

Una mujer tan decidida y tan segura de sí misma sólo puede traer problemas, pero quién puede rechazar una oportunidad así, pensó Peter.
-Sírvanos dos más -ordeno al sorprendido camarero- uno para mi y otro para la señorita...-.
El camarero dudó. Durante unos segundos permaneció observando a la dama esperando su aprobación. Ésta se la dio con una leve inclinación de cabeza. -...Mae, puedes llamarme Mae-. Sentenció, mientras un brazo tembloroso servía dos Bourbon más.

... And I can tell by the way you walk that walk;
I can hear by the way you talk that talk ...

Peter cogió un vaso y brindó por su nueva amiga, Mae Burr, mientras la recorría con su mirada.
Pelo negro, media melena, que dejaba al descubierto la piel blanca de su cuello. Tuvo que contenerse para no abalanzarse a olerlo o mordisquearlo.
Cejas finas ligeramente elevadas que remarcaban sus afilados rasgos y daban mayor profundidad a unos ojos negros como la noche, negros como el crimen. Su mirada era segura, fuerte, propia de quienes no saben acatar las normas.
Vestía un traje oscuro y escotado con pocos adornos. Ceñido a su cuerpo, un perfecto lienzo que dibujaba unas curvas perfectas. Una silueta que le recordaba al anagrama del club. Trazos largos, firmes y perfectos para esclavizar a cualquier hombre. Le costó muchísimo no perderse en aquellos pechos y desterrar, temporalmente, su imagen atrayéndolos hacia su boca.

Estaba embelesado. Conocía esa sensación. No era la primera mujer y, posiblemente, tampoco la última.


-Una copa más y no respondo. -Se aventuró Peter a exponer ante la incipiente sonrisa de Mae.
-Vas un poco rápido, vaquero. Este no es un lugar... adecuado. -Puntualizó Mae señalando hacía una de las mesas en la que tres hombres no les quitaban ojo. Peter les miró con desgana.
-En otro momento -aclaró ella mientras se alejaba de la barra en dirección a la escalera de caracol.
-Tal vez -contestó Peter sin dejar de mirar como subía las escaleras- tal vez-.

La música inundó todo el espacio.

... Honey, welcome back home.

I know she told you,
Honey i know she told you that she loved you
Much more than i did,
But all i know is that she left you,
And you swear that you just don't know why ...

Sacó unos dólares de su gastada cartera y los tiró encima de la barra haciendo un gesto con la mano para dar a entender que no quería el cambio. El camarero todavía asustado balbuceó un gracias. Peter salió del local, pero antes echó una última ojeada a la mesa con los tres hombres.

Sólo quedaban dos.

... and cry, cry baby,
cry baby,
cry baby.



15 comentarios:

SueEllenRV dijo...

Me gusta la línea que llevas con estos relatos.
Esa Mae tiene toda la pinta de ser una lagarta.

Anónimo dijo...

Y tu a mi.

Anónimo dijo...

En mi nombre y la de mis compañeras exigimos una disculpa.

Anónimo dijo...

Lagarta, aquí estás de más. Vete a jugar al cinquillo.

Anónimo dijo...

Tu también, castigada

Anónimo dijo...

Será si me cojes, abuela.

Anónimo dijo...

Ge ge ge, godida analfabeta

Anónimo dijo...

Se acabo, que en mis pechos hay sitio para todos.

Anónimo dijo...

Me alegro que te guste la linea y sí un poco lagarta parece.

Al resto, no comment.

Unknown dijo...

me ha gustado la bso.
y no sigo porque seguro acabo asociando el post a una cancio de heroes y me toy quitandooo.

SueEllenRV dijo...

a qué canción lo asocias?
No lo digo por picarte que te estás quitando, es por curiosidad

Unknown dijo...

pues a Con Nombre de Guerra, porque me imagino la posble escena siguiente...

" Entra despaciooooo, que nadie oiga tus pasooosss, mientras tanto si los nervios no traicionan todo ira bieeennn".

J. Coltrane dijo...

Este relato negro entre Dean y Mae echa humo... me pregunto si Mae se habrá ido a la cama con uno de esos tipos... Peter no ha tenido suerte esta vez...


Saludos

Ender Wiggins dijo...

buen ritmo. Descripciones ajustadas y sobre todo, que ayudan a meterse en contexto. Lector que tiene atrasados unos cuantos capítulso de novela negra. Voy recuperando terrenoooo...

Anónimo dijo...

No te preocupes por el retraso. ¿Qué tal envejecen estos relatos?, pedazo cabrón que es del 28 de octubre...
;)

En serio. Gracias por tus comentarios.

Cada vez estoy más convencido que escribo mejor si no pienso ni reviso los textos y los dejo tal cual surgen. Que no quiero decir que merezcan la pena, eso ya es una osadía para según que culos; y por supuesto al margen de la ortografía, gramática y tales barbaridades que cometo, tan grandes como un tubo.