Sobre Salvador

He visto esta película, Salvador (Puig Antich).



Esta película me ha dejado tocado. Me ha emocionado como hacía mucho tiempo que no lo hacía ninguna película y no hablo de la lágrima fácil que según que días se te escapa de forma avergonzante.
Son dos horas de película con una carga sentimental tremenda, sobre todo la segunda hora, algo obvio si tienes un mínimo de cultura histórica reciente (que deberíamos). Es una alegato contra los regímenes dictatoriales y la pena de muerte. Todo ello a través de una cálida mirada a pesar de la angustia propia de la historia.

Una pequeña reivindicación cinematográfica.

Mucha gente se apunta a la moda de proclamar que el cine español es una puta mierda. Motivos puede que no les falten, pero nunca es bueno generalizar. Cierto es que muchos productos hacen un flaco favor al cine, pero de vez en cuando se cuela uno que merece la pena y compensa con creces. No todo es enseñar el último culo de moda, cosa que no me importa y hasta agradezco, pero después de 15 minutos, bueno 10, ya no me vale para mucho más, salvo reincidencias varias. Ejem. Cuando un trabajo es bueno no importa de donde proceda.

Pues señores, vean ustedes esta película a ver que argumentos tienen en contra. Igual me convencen, quien sabe, si lo logran les invito a cenar en dónde ustedes elijan y sino puede que también, total.

La película es magistral.
Esta hecha con un gusto y una sensibilidad apabullantes.

He disfrutado la película, al principio con interés y con una narración bien hecha y después con bastante entereza sin dejarme llevar por la emoción, hasta la escena que dura apenas un minuto en la que el personaje de Beatriz Segura, Merçona Puig (una de las hermana de Salvador), le cuenta a grandes rasgos (a Salvador) la película de los 400 golpes, en sus últimas horas en la cárcel. Ha podido conmigo, demasiados momentos al límite.

Al final todo se reduce a la percepción de cada cual y como tal todos tendremos opiniones diferentes, ¿no?.

Pd.: Sólo he hablado desde un punto de vista cinéfilo, las ideologías varias y demás se lo dejaremos a quienes disfrutan hablando de ellas; que a mi particularmente, y ahora mismo, me dan todas por culo (o casi todas).