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miércoles, 23 de mayo de 2007

Esta paranoia es de Anónimo

La mañana... (serie 98 capítulo 02)

... Antes deberías conocer la noche ...



Llegué a la oficina sin olvidar la última noche. Me acompañaba como sombra que guía al reo. Antes de entrar tomé un poco de aire y me dije a mi misma “los sueños, sueños son, pero sin trabajo, son pesadillas”. Los dejé atrás y me puse a trabajar.

Al poco tiempo entró Elena, seguro que buscaba las últimas novedades sobre el informe Stern, resumen que por otro lado no había terminado. Para mi sorpresa no lo mencionó. El día anterior había fallecido una tía abuela de su marido y habían pasado toda la tarde gestionando el papeleo. Charlamos sobre ello unos minutos antes de seguir trabajando, luego tendríamos más de tiempo.

Cuando estás ausente el tiempo se para en tu cabeza, pero fuera sigue su caprichoso ritmo.

Unas horas después, Elena y yo bajamos a desayunar. Pedimos dos cafés con leche, esta vez calientes, y dos tostadas con mermelada de arándanos. Le tomamos un poco el pelo a Sergio.
-¡Está frío!, ¡otra vez!. -Nos miró sonriendo.
-¿El café o vuestros maridos?. -Respondió mientras levantaba una ceja. Nos conocemos hace años.
-¡El suyo!, el mío ha tenido que echarle una mano… -Se burló Elena mientras me guiñaba un ojo.
-…Y vas a tener que venir tu... Sergio, Él tampoco pudo. -Le devolví la burla. Nos reímos los tres.
-Me reclaman. -Sergio siguió con su trabajo. Siempre tiene unos segundos para nosotras por muy lleno que tenga el local.

-Sabes, ¿es increíble todo el papeleo que tenemos que hacer al morirnos?, es una contradicción, tan fácil morir, pero tan difícil certificarlo. -Dijo Elena. Hasta ahora no lo había pensado pero la burocracia llega hasta el más allá. Me acordé de mi sueño. -Con lo de la tía hemos tenido que solicitar de todo-.
Mientras Ely seguía hablando quise llamar a Jorge, pero hoy era un día importante para la constructora en la que trabajaba y no quería interrumpirle. Además llevo dos semanas con el móvil en el concesionario.
-¿Qué te parece?. -Me preguntó Elena. Había perdido el hilo de la conversación.
-Perdona, me he despistado. Una mala noche. -Me disculpé.
-No importa, algo intuía. -No me preguntó más. Siempre he admirado una cualidad suya, su habilidad para entender cómo comportarse en cada situación.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos a la oficina, no sin antes recordar a Sergio sus nuevos compromisos para con nosotras.

Durante el trayecto le comenté a Elena que hoy era un día importante para Jorge.
-¡Que nervios!, ¿sabes ya algo?. -Me preguntó. ¿Nervios?, todavía no me había percatado ni de ellos ni de la incertidumbre propia de la espera.
-No, la verdad es que no. Tampoco tengo el móvil para llamarle. -La última frase me hizo sentir ingenua, tantos días sin teléfono tan sólo por el fallo de un componente impronunciable y al parecer muy maligno.
-¿Si quieres te dejo yo el mío?, de todas formas, yo que tu mandaba a la mierda el teléfono y me compraba otro. Tampoco es tanto dinero, la medía que nos gastamos es de unos 98 euros. -La miré a los ojos.
-¡98!, ¿por qué has dicho ese número?. -Soné preocupada e ilógica.
-Lo leí ayer en un estudio sobre nuestros hábitos de consumo. ¿Por?. -Noté que me respondió sin entender muy bien la situación.
-No, nada, me ha llamado la atención el número. -Quise contarle el sueño pero no lo hice.
-Que susceptible estás, hija. -Se dijo a si misma. No hablamos más. Llegamos a la oficina.



Una hora después, seguía pensando en el número en cuestión. Algo no me gustaba. Busque en La Red pero no encontré nada significativo. Me entretuve. Por azar leí una noticia de última hora sobre la empresa de Jorge. Más que una noticia era una filtración. Hoy presentaban un gran proyecto urbanístico y una de las sorpresas era el logotipo que representaría dicho proyecto. Era un inocente misterio que divertía tanto a los empleados como a la prensa especializada. Nadie lo conocía. El mismo Jorge me había comentado un par de rumores, pero no se arriesgaba a poner la mano en el fuego, un dulce misterio como Él lo llamaba. En Internet aseguraban que era un majestuoso Albatros y de paso elucubraban sobre el significado de dicho ave. Hoy no estaba yo para significados o interpretaciones varias.

Apoyé los codos en la mesa y me escondí en mis brazos. Cerré los ojos y tapé mi cara con las manos. Clavé la yema de mis dedos describiendo suaves círculos en mi sien. Empezaba a relajarme. Respiré profunda pero pausadamente. Me quedé inmóvil. Estaba completamente concentrada.
-¡Hola!.
Gruñí algo y abrí un ojo. Elena asomó por la puerta.
-Antes te he visto muy interesada… -la miré extrañada - ...cuando te he comentado el precio del móvil. -Dijo sin entrar en el despacho.
-Si, pero no era el móvil, era el número, una tontería, no te preocupes. -Quise que la conversación terminara ahí. Recuperé la compostura.
Miró al suelo y esperó unos segundos, supongo que meditando lo que fuera que iba a decir. -Lo sé, pero luego me he acordado de... -Se calló -...no es nada. Es sólo una curiosidad. -Hizo ademán de marcharse. No soporto la sensación de quedarme con ganas de saber algo y no hacerlo porque me vence el miedo, esa impotencia me corroe, le pedí que continuara.
-...98, es también el precio de la esquela de mi tía.

Se me rompió el corazón.



11 comentarios:

SueEllenRV dijo...

Qué intriga!
Espero que haya 3ª parte y que no tarde tanto

Jon Nieve dijo...

¿y la generacion del 98 que?
¿no tienen derecho a la muerte digna?

Anónimo dijo...

la segunda parte me ha gustado , la musica, la incertidumbre, poco a poco parece que se van desvelando las pistas o no, quien sabe!.

estoy con sue pero entiendo que no hay que forzar a la inspiracion, ahi esta lo bello de lo insustancial.( no se que coño acabo de decir..)

besotes

Unknown dijo...

joder, otra vez me ha pasao.
diario de perras, bri.. que mas da!

Ender Wiggins dijo...

- me gusta.
- los inversores orientales me han chocado, no sé porqué. el resto del relato perfecto.
- hay una cosa que creo haría que el relatofuese más representable; construcción física de personajes. Una breve descripción (ropa, color de pelo,...) casual, ayuda mucho a entrar en tema.
- me gusta.
- me sigue gustando.

Anónimo dijo...

Thks.

Sue: No me haré esperar mucho, lo justo.
Jon: Bien aclaras ese punto en tu post.
Bri: Yo tampoco se que has dicho. Tienes un problema de disociación de personalidad. Ahora soy yo el que no sabe que ha dicho.
Ender: Tomo nota. Creo que no es el relato para descripciones de ese tipo.

Si os cuento que a día de hoy a eso de las 00:14 he perdido el pen drive en el que viajan las únicas copias, pasa algo.

Ender Wiggins dijo...

Alguien muy afortunado tiene un nuevo pendrive y unas cuantas toneladas de textos con los que hacerse rico publicnado un libro de relatos, entonces?

Pujimon dijo...

Lo has encontrado ya? o nos ponemos todos a buscarlo.

El relato, ya sabes, un poco largo, pero bien.

Al loro que las segundas partes no son lo tuyo, ni quizás lo se nadie.

Anónimo dijo...

Lo encontré.

Puji, ok para la parte.

Pujimon dijo...

Haz mejor la tercera parte y deja la segunda, ahí, y así le haces un feo al refran.

Anónimo dijo...

¿sabes que esta es la 2ª parte?... que desconcertado me hallo.