Guayomini di pua... Una coincidencia

Una de recuerdos.

Antes de ahora que soy un adulto serio, formal y centrado en lo mio; era un niño. Es curioso pero si te remontas en el tiempo acabas llegando a la infancia.

Vivía en Bilbao. Esto es un dato personal, que miedo, para psicopsicopatasvirtuales. Recuerdo que todos los años nos sentábamos delante de la televisión a color sanyo (media España ha tenido ese modelo) con ocho canales para la primera y la 2 (eso si que eran audiencias), y nos inyectábamos en vena el festival de Eurovisión. Era todo un acontecimiento. Ahora ya no lo es, pero no porque ya no sea un niño si no porque para mi gusto ya no tiene casi nada que merezca la pena.

Dentro de todos los artistas que han pasado por Eurivision siempre he tenido especial simpatía por los Irlandeses, además de que suelen apostar por la calidad. Dejando a un lado al monstruo eurovisivamente hablando que es Johnny Logan (musicalmente no me llama mucho la atención, pero a la hora de ganar certámenes es un crack), me quedo con esta cantante Eimear Quinn y su canción The Voice, posiblemente la mejor cerveza canción de Eurovision lalala la lalala la lalala la,

Actualización del Post (antes de publicar)
En otro post hago alusión a la casualidad, pero de forma manipulada, que ni fue casualidad ni nada parecido, premeditado todo. Este post si tiene su granito de casualidad porque a media semana escribí lo anterior para hablar de Eimear Quinn y de paso decir que Eurovisión últimamente no me interesa un carajo. Cual fue mi sorpresa cuando anoche mientras cenaba descubro que se celebra... Eurovisión.

Me quedé viendo todas las actuaciones hasta que me vi gustosamente obligado a irme a tomar unas cervezas y unas copas, cosas de amigos que merecen más la pena que un certamen musical.

El caso es que justo cuando conecté la televisión aparecieron cuatro individuos representando a España, nuestra cultura, nuestros gusto, nuestra forma de entender la música, o por lo menos la mía, e inmediatamente me sentí identificado, identificado con todos los demás países. ¡Madre mía! (dicho en sentido pésimo).

Eurovisión, además de ser un concurso que ni Dios sabe por que gana quien gana, generalmente al margen de la calidad, debería ser un intercambio cultural y representativo de cada país. Para hacer canciones para ganar mejor San Remo, Benidorm, Factor XXXXX u operaciones triunfos varias.

Ya he dicho antes que me caen muy bien los Irlandeses, suelen apostar por su cultura y añadir calidad, esto es extensible a casi todos los países nórdicos y del este de Europa. Este año el certamen, para mi sorpresa, ha estado bastante bien. Ha tenido canciones con cierta calidad, apuestas arriesgadas, variedad de estilos, mezcla de tradiciones con músicas nuevas… No vi todas las actuaciones pero disfrute como hacía muchos años. Las votaciones me las perdí y hoy me he enterado que gano Servia, una de las pocas actuaciones que no vi y que visionado en youtube es una canción mona a lo Titatic, nada original y ganadora políticamente correcta. No recuerdo muy bien quien era quien pero creo recordar a Ucrania, Finlandia, Francia (si, esta vez Francia), Rumania, Alemania, Lituania, Hungría... vaya que me lo pase muy bien, aunque siempre gane quien no debe (según yo).

El año que viene si me acuerdo y me entero de cuando es lo intento ver.

Helsinki ha hecho un trabajo buenísimo con toda la realización.

Como final, he dicho que The Voice era mi canción más o menos favorita de Eurovisión. Esto es con permiso de Georgina Tarasiuk, cantante que no permitieron participar representado a Polonia por tener solamente 13 años... tengo su disco, lo escucho y tiene canciones con nombres impronunciables que me gustan mucho.

Un ejemplo