|
Le samedi dernier |
Sería la hora de comer, más o menos, cuando sonó el teléfono, el mió no, fue el de Soy Grande, el que sonó, digo. Era Ender que nos emplazaba a una “kedada”, particular, así, igualito que el patio de todas vuestras casa, incluida la mia, a media tarde. Encuentro, en nuestra tercera o cuarta fase, con Ender supone que uno no vuelve a casa hasta, por lo menos, después de cenar, de reposar la cena, del café de después de la cena…. Vamos hasta las mil. Para mi las mil son las cien de otros muchos, aclarado queda.
Sito Ender había quedado ya con Duczen, al cual veo más, por lo menos todos los martes, pero en cualquier congregación, del tipo que sea, Duzcen queda mono, y eleva el nivel de cualquier conversación que se precie o se desprecie.
El lugar, en estos casos es lo de menos, pero esta vez era en un buen sitio, a mi gusto, agradable, tranquilo, donde nos tratan de manera exquisita…….. el caldo de cultivo prometía.
Soy grande llego tarde, muy tarde, al segundo café y yo llegué aun más tarde, pero cierto es que yo había avisado y cuando dije que iba, fui. Soy yo una persona de palabra.
Allí estaban ya, mis contertulios, incluida Bridgetmanson, que al rato abandonó la junta.
Como siempre, conversación entretenida, risas van risas vienen, arreglamos el mundo, traemos y llevamos, contamos nuestras cosas, y las de los demás, otra caña sr. camarero………… pero donde vamos a cenar? Muchos de nosotros miramos a Duczen, teníamos pendiente una cena en su casa, nueva, por cierto, y muy chula, en su estilo, y él asintió, al rato, confirmando, así, el emplazamiento donde íbamos a continuar, ahora ya, nuestra velada.
Empezaba ya a ponerse el sol, cuando llamaron los que faltaban, Jack y Cia, que se reunirían con nosotros en breve. A estos la proporción, muy decente, no les incomodó nada de nada de nada, así que el plan que habíamos trazado seguía vigente dispuestos todos a disfrutar, y a seguir departiendo, claro.
Compramos las viandas, no sin alguna que otra peripecia antes, que si vamos no tengo mantel, que si no toques la trompetilla, que si el teléfono del bar no existe, que donde estan estos, que si la tía-abuela fuma, me gusta a mi el concepto de tía-abuela…y ya en (el picadero) casa de Duzcen, cena agradable, velada tranquila, a la luz indirecta de la bombilla de al lado, porque la de arriba chisporreteaba. Hasta que el primero decidió marchar para casa, idea a la cuál sucumbimos todos, sería hora, digo yo.
Como siempre. Fantástica reunión. Estupenda cena. Maravillosa compañía. Inigualable conversación. Divertida estancia.... MUCHAS GRACIAS A TOD@S.
1 comentarios:
Ainsss hay que ver lo bien que os lo pasais todos juntitos jaja Asi da gusto ,teer amigos para pasar esos ratitos.......
Saludos cordiales jaja
Publicar un comentario