Oda a La Mezquita

La Mezquita, en Avila, lugar bien conocido por Duczen y Vantown, es un viejo bar de barrio en el que algunos irreductibles todavía nos venimos juntando ( yo todavía sigo dejándome caer por allí) desde hace ya casi veinte años. Un bar pequeño, estrecho, sin música, donde suele hacer un calor que no veas...¡pero cómo nos gusta!
Aquí va mi pequeño homenaje. Gracias Samu, por la foto.



En la ciudad de hielo
hay un pequeño rincón
extraño templo,
moro y cristiano
donde todos son hermanos,
hermanos en el alcohol.

Fuera ruge el frío polar,
pero dentro de sus muros
nunca lo vas a notar.

Un veterano oficiante
reparte la comunión:
vodka, whisky, ginebra
o un buen ron con limón.
Tiene dos ayudantes
que te atienden con primor.

Los precios son populares,
está muy bajo el listón,
pero aunque bebas a mares
nunca será garrafón.

A pesar de ser un templo,
hay muchos diablos sueltos.
Viejos rockeros, amigos
los de siempre y otros nuevos,
en el templo mezquitero.

En medio de grandes risas
en loca conversación,
miles de temas se mezclan
todos en aluvión.

Chicas guapas, enrolladas,
se unen al botellón,
aquí no falta de nada,
la Mezqui es nuestra pasión.

Y así van pasando las horas,
que aquí nos parecen segundos.
Hacemos recuento de copas:
¡ Otra vez Campeones del Mundo!