RSS Licencia
filtrar por alguno de los autores del fregao...
posts de Duczen posts de Ender posts de Jack posts de Jon posts de Pujimon posts de Ranio posts de Soy Grande posts de trasgu


martes, 18 de mayo de 2010

Esta paranoia es de trasgu

La Guerra de los Elegidos

Hace muchos años ( concretamente 20, tenía yo 14 lindas primaveras) que leí y disfruté como un enano de El Señor de los Anillos. El Hobbit también pasó por mis manos, El Silmarillion, algunas cosillas de Dungeons and Dragons, Elige tu propia aventura...pero no me considero un gran aficionado al género fantástico. De hecho hacía mucho tiempo que no tocaba ese palo.
Sin embargo, y como buen trasgu, hace un par de meses me entraron ganas de volverme a sumergir en ese mundo de elfos, dragones, magos, trolls, y demás criaturas, y fue cuando dí con esta trilogía de Alex Martínez Redondo, de la que El forjador de Rakag es el primer tomo.
Alex es un joven paisano de Aranjuez, aficionado a tope a todas estas cosillas, que un buen día y sólo por divertirse empezó a escribir las aventuras de Húngar, Andros, Etheldyr...Cuando ya tenía escritos los dos primeros volúmenes fue cuando le surgió la oportunidad de publicarlos.
Pues bien, me acabo de terminar El Legado del Nigromante,el tercer volumen, y debo decir que lo he pasado muy bien con las aventuras de los personajes de Astum, que sin ser una trilogía muy original,y aunque la historia nos suene, sobre todo al principio, desde mi humilde opinión cumple con creces, y bueno, mejor pinchad en este enlace y leed lo que opina la gente en este foro, donde además interviene el propio autor.

Y para darle un poco de ambiente al asunto, os dejo con este temazo de Arcana:



Si os ha gustado, no os olvideis de escuchar As night turns to day , otra maravilla.



2 comentarios:

Ros dijo...

ottia El Silmarillion es de esos pocos libros que he dejado sin leer... qué pereza... y el señor de los anillos me los leí tarde...

trasgu dijo...

Conozco varias personas que tampoco lo terminaron.
No es por rabiar, pero creo recordar que la primera parte era un rollo, llena de densa mitología, pero que a partir de la mitad o así tomaba el rumbo de novela de aventuras más convencional y merecía la pena.