dibujo de libreta

De vez en cuando, empiezo a dibujar algo sin saber qué es,... y salen cosas como estas...

¿qué historia os imagináis que hay detrás de este dibujo? ... venga, ponedle guión.

UPDATE: No me puedo resistir a poner el relato que se ha marcado un Duczen anónimo:

Pablito, que así se llama este personaje tan masculino y tan seguro de su sexualidad, se fue de vacaciones a japón. Al quinto día, aburrido de tanto sushi y con agujetas en las lumbares de tanto saludar a orientales bajitos, se fue a la playa, lejos del monte fujiyama. Allí conoció a dos guapas surferas australianas que siguiendo el gran kajuna (kahuna, cajuna, cahuna, la puta ola grande) se habían perdido. Estas se ofrecieron a intercambiar sus increibles y sensuales cuerpos por un poco de información. Ellas son así, algo normal en un país en el que el animal nacional o es uno que tiene una bolsa del hipercor en los abdominales y camina como quien juega a la oca o es otro que se pasa el día mascando hierbas antialitoisis y por la noche sacrifica vírgenes y estampitas. Pablito les contó como el universo en constante expansión vuelve a su estado primigenio. Después de una ardua discusión de cerca de media hora sobre que no era la información que querían, que no valía cualquier dato y que los ángeles no tienen sexo pero te la ponen dura igualmente, Pablito, el bueno y andrógino de pablito, reclamó su premio. En cuanto las dos mujeres se desnudaron dispuestas a saciar sus más ocultos deseos, o mejor, los más ocultos deseos de nosotros mismo, Pablito les robó el traje de neopreno surfero comprado en decatlon (¿dónde va la h?) y se alejó de ellas. Las mujeres ofendidas, nadie se había resistido a sus encantos, cuatro encantos, bueno, seis, persiguieron a pablito. Le alcanzaron en un centro comercial llamado "okinagua toy harás". Debido a que todavía estaban en pelotas, no en la sección de deportes, sino desnudas y con los pezones erizados y mojados por culpa del frío propio del cambio del clima costa a temperatura ambiente de un super y la condensación que eso produce, todos condensan sus miradas en el mismo sitio. Entre flases y alguna que otra rozadura o acercamiento de cebolleta oriental, las surfers se montaron una performance lésbica usando para ello lo primero que pillaron, un pulpo de peluche de felpa estrella de la versión teletubie japonesa. Una vez concluido el espectáculo, después de siete bises, un productor televisivo que las había visto se llevo a las mozas para negociar, amistad o lo que surja. Poco a poco la gente se fue hiendo, algunos por segunda vez, y pablito se quedo sólo. Se acercó al peluche un tanto "humedecido" y lo recogió del suelo. Para su sorpresa este le habló aún flipando por el menasatrua (es decir, tres en tus sueños), le dijo: "Desde que hacía de Joselito no me lo había pasado tan bien, ay, omá". Pablito sintió verguenza por compartir nombre con semejante ser y más aún cuando la única pregunta que tenía en la cabeza era "¿Me quito la costilla flotante o la dejo?"...