Hacienda, los borradores y su puta madre pequeño problema de información...

Maiko, felizmente recuperada para el mundo Digital, habla sobre la felicidad que le proporciona pagar sólo 1 euro a hacienda. Se imaginaba que su cambio de trabajo y su paso de asalariada a autónoma le iba a pasar factura (literalmente). Gracias a un asesor fiscal, la chica ha ganado en salud mental. Nos alegramos :-)

Finalmente, se pregunta por qué tenemos que seguir haciendo la declaración en plena era de la informática, por qué hacienda no nos manda la declaración milimétricamente exacta (no, el borrador está hecho con un error de +-2 años luz).

Para mí, lo del borrador es de risa tremenda y sus frecuentes lagunas tienen una explicación (no creo que sea la única, pero sí determinante);


la escasa integración de datos entre las empresas, los bancos y el propio estado. La información duplicada, incorrecta, obsoleta, ausente... distintos ministerios tienen distintas bases de datos de los ciudadanos. Que contienen datos a veces contradictorios.

Y todo viene de usar el puto windows. No por sus fallos (que los tiene, igual que el software libre, aunque menos públicos). Pero me explico:

Tanto tiempo llevamos algunos haciendo apología del software libre por su filosofía de apertura y se nos olvida lo más importante; que si el software libre fuese el estándar de facto de la administración, probablemente otro gallo nos cantaría. Formatos únicos, comunicaciones estándar ... sin tener que pagar licencias millonarias para implantar un sistema único. Invertir en formación en vez de en licencias de software. Invertir en interconectar sistemas en vez de en ordenadores con 2 gigas de ram, que puedan ejecutar el "guindous vista", puesto que la mayoría de los funcionarios lo que necesitan es un terminal 'tonto' que ejecute un openoffice y tenga acceso a web.

Y sí, curiosamente, los borradores siempre están mal... pero siempre toca pagar de más. Y si se equivocan ellos, amigo, es culpa tuya. Y si te equivocas tú, también. Un negocio redondo para el estado. Y luego nos quejamos de que los bancos y las operadoras nos cobran de más. Pero es que papá Estado hace lo mismo.