El tío la vara

Y es que en un mundo en el que hay tanta "tontería", no está de más que de vez en cuando aparezca alguien y por un momento nos devuelva a todos a la realidad, incluídos aquellos que mañana no podrán tomarse sus txikitos en el bar de siempre.

Por supuesto, no estoy de acuerdo con el ojo por ojo, seguramente el pobre hombre que reaccionó de esta manera tampoco, pero una vez que ha ocurrido, no puede negarse el valor simbólico que su gesto ( equivocado, sí, pero valiente, y me atrevería decir que hasta necesario) va a representar para mucha gente. De todo lo que se ha dicho, me quedaría con esta frase que utilizó el País para titular su reportaje: Una gota de ira en un mar de miedo.