|
Primer |
Lamentablemente, la idea de que la música podía ser un vehículo de comunicación entre civilizaciones, fracasó estrepitosamente. Uno tras otro, los Oortianos fueron estallando como globlos demasiado inflados, mientras los asustados representantes de la ONU discutían si se trataba de una tradición Oortiana o debían preguntarles si se sentían indispuestos. Para cuando un becario paró la música, ya no quedaba ni un sólo Oortiano de una pieza.
0 comentarios:
Publicar un comentario