¿ese ipod de moda?

Ahora que nos recuperamos de las resacas navideñas, a más de uno le habra crecido un reproductor de MP3 en el bolsillo, producto de estos tres reyes magos que, cual consumistas frenéticos, han entrado en el MediaHarl y han dicho eso de "650.000 emepetreses, por favor... eeehmm... de los baratitos, oiga, nada de ipods, eh... ¿hacen descuento por grandes cantidades? es que hay dos niños que nos han pedido la playstation 3 y nos han dejado sin presupuesto..."



Y ahí estás tú, con un mp3 que pone marca Inovix Inchlufix, comprobando que los botones son como las partículas atómicas (es decir, cumplen la ley de heisenberg aplicada a los gadgets: si sabes lo que va a hacer el botón no sabes a qué velocidad lo hará, y si sabes la velocidad, no sabes si va a reproducir el mp3 o a formatear la memoria)

Vas ahí, mirando envidoso al que va sentado al lado en el metro, que ha sacado un ipod nano, tan mono, tan blanco, tan caro. ¿Caro?... bueno, veámos si es caro o no; contaré mi experiencia, a ver si a alguien le sirve.

Hace tiempo, opté por comprarme un reproductor de MP3. el mío antiguo tenía la increible cantidad de 192 Mbytes, y había que hacer virguerías (como meter canciones en wma a 64kbps) para tener una base no muy penosa de canciones.



Como buen techno-freak, mi primera elección no fue algo caro, sencillo y bonito; elegí algo barato, con más funcionalidades que una navaja suiza, y CASI tan bonito como el ipod; un reproductor inchlufix. Su aspecto (y su precio) enseguida me convencieron; idéntico al ipod. Obviamente, lo de la ruedecita no estaba, pero bueno, tampoco me importaba.



Aquí empezó la odisea:

Aparentemente, el reproductor tenía casi de todo; mp3, radio, lectura de libros en su minipantalla, la mejor manera de quedarse ciego (y tonto si lees algun libro de un periodista del corazón), etc, etc,... pero claro, todo eso tenía un precio; y ese era la usabilidad.



La interface del cacharrito, cuando estabas reproduciendo música, era lenta como el caballo del malo, menos intuitiva que la bruja Lola soltando cuál va a ser el gordo de la lotería, y con un diseño tan abigarrado que parecía obra de un orangután ciego esquizofrénico (y pido perdón a los pobres orangutanes). En resumen, podías empezar a reproducir música, pero una ven en el tema, para parar, sudabas la gota gorda. Los botones a veces hacían una cosa, a veces hacían otra,... mp3 sorpresa, así lo bautizé.

Resultado; me fui corriendo a la tienda, lo devolví y me conecté a la web de apple y pillé un ipod de 4 gigas. Así, en modo frenético.

No me extraña que los de apple no hagan nada con las imitaciones de garrafón que venden por ahí, porque son la mejor publicidad que cualquier tipo de marketing de apple podría soñar. ¡Es que hacen que los ipod parezcan incluso mejores!



Una vez dicho esto, os enumero las ventajas e inconvenientes del ipod, en mi caso, de nano. Empecemos por las pegas:

- lamenteibolmente, los ipod van a su rollo con lo de pasar la música al ipod. No puedes arrastrarlos a la unidad usb y organizarlos tú. el ipod los organiza el 'internamente'. Sigues pudiendo utilizarlo como disco usb, pero si metes canciones a pelo, no podrás oirlas (a menos que le metas un ipodlinux, cosa poco recomendable dado que está en fases muy tempranas; eso sí, yo me lo paso bomba con los juegecicos :-)

- como consecuencia del punto anterior, hay que usar un programa para gestionar tu música. Apple tiene el itunes, bonito programa donde los haya, pero que ocupa un huevo, y no lo veo yo muy usable ni fácil. O eso, o soy un maldito friki que ya no sabe lo que es fácil y difícil, que todo puede ser. Pero definitivamente, el hecho de que itunes tenga que instalarse y de que ocupe un huevo lo descarta para llevar mi ipod por ahí a otros ordenadores. Por eso me puse a buscar y encontré un programa majo, llamado yamipod, que es gratuito, pequeño, no necesita instalación y te lo puedes llevar por ahi en el propio ipod. Podéis descargarlo desde aquí, o podéis echar un vistazo a la página del creador

- Por otro lado, el cable para conectar el ipod a un usb no es estándar (la parte que se conecta al ipod, la del usb sí), es decir, no es un cable cualquiera miniUSB - USB. Como se te olvide el cable, vas dado :-P





- Y, finalmente, no tiene radio. Está disponible una radio como accesorio, pero como todos los accesorios del ipod, no tiene buen precio, precisamente.

Ventajas:

- De las pegas hemos dicho que no se pueden copiar canciones al ipod como si un disco usb se tratase; eso es porque el ipod utiliza una base de datos interna en la que organiza la información de las canciones. Esto se traduce en que, cuando tiene que leer la info de una canción, o saber cuantas canciones tiene,etc... no tiene que examinar la unidad y recolectar esa información; ya la tiene recolectada. con lo cual, la principal ventaja del ipod es que va como las balas mostrando info sobre las canciones, cambiando de canción,etc...

- Interfaz sencilla, agradable de usar, la ruedecica para moverse por los menus, para subir el volumen,... es sencillamente impresionante. Puedes llevar el ipod en un bolsillo, y sin meter la mano en el susodicho, simplemente pasando el dedo por la rueda a través de la tela, puedes hacer todo (no hay cosa que más me moleste que tener que andar sacando el jodido reproductor para darle al next o para cambiar el volumen, o andar palpando dentro del bolsillo para encontrar los botones, que las ancianitas te miran mal)

- Es bonito de narices

- La pantalla tiene un contraste muy bueno, viene con una buena funda para evitar que lo ralles así de primeras

- Tiene disponibles otras dos 'versiones' de software, si te gusta trastear; el ipodlinux y el rockbox. El primero le he probado y he de decir que:

1. no está soportado oficialmente, pero se instala bien




2. la reproducción de música todavía no va fluidita




3. ¡¡¡los juegos molan!!!




4. tiene arranque dual, por lo que mantienes el software de apple y el linux a la vez, arrancando al principio con uno u otro.

el rockbox no lo he probado todavía. cuestión de vagancia, supongo.

- La batería dura bastante (con la ultima rayita de batería se puede estar escuchando música casi dos horas)