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Bricomanía: Lavadoras, esos fistros domésticos |
Antes de contar mi intenso periplo por México (Riviera Maya), voy a dar otro curso magistral de bricomanía. Al contrario que en el famoso caso del grifo de ducha estropeado, que al final arregló Jon, después de que se escacharrase al día siguiente de desmontarlo y volverlo a montar, en este caso el arreglo ha aguantado más de un día.
Resulta que al llegar a casa de nuestro periplo Maya, con dos maletas llenas de ropa pegajosa / húmeda / con un olor a sudor que podría matar a un elefante, la esclava holandesa decidió que había que hacer un par de lavadoras. Yo, como soy un inútil, ni lo había pensado.
Una vez puesta la lavadora, nos dedicamos a haraganear / recoger un poco la casa (yo lo primero). El caso es que mientras veíamos la televisión, me acerqué a la cocina y vi algo nuevo en la lavadora; dos luces parpadeando intermitentemente...
después de media hora parpadeando, con agua en el tambor, decidimos que no nos había tocado nada... bueno, sí; nos tocaba arreglar la lavadora.
Lo cual es difícil si no tienes ni el manual. Cosas de heredar electrodomésticos del vendedor de la casa y que este resulte ser un poco soplapollas.
Por supuesto, en la web de Fagor el manual no existía. Sin mucha convicción, pedí un manual a su sección de consultas, mientras la esclava holandesa se desesperaba por sacar la ropa de la lavadora. Desafortunadamente, la lavadora bloqueaba la puerta si detectaba agua en el tambor (o algo asin), así que tuvimos que evacuar el agua, o al menos un poco, antes de abrirlo. Sacamos el agua que pudimos por el tubo de desagüe.
Una vez hecho esto, ya era posible abrir la puerta. Sacamos la ropa, que, para colmo, estaba medio gris a causa de lo que suponíamos había sido un mega-desteñimiento de alguna prenda (luego resultó ser algo más benigno: la mierda que salió a flote por el atasco del sistema de salida de agua). Cuando me puse a escurrir la ropa, dos preguntas se agolparon en mi neurona:
1) después de escurrir un pantalón vaquero...¿cuanto tiempo se tarda en volver a poder mover los brazos?
2) como consecuencia de preguntarme 1)...nuestras abuelas....¿participaban en levantamiento de pesas, lucha en el barro, eran superguerreros o qué?
Menos mal que mi abuela no tuvo que darme un sopapo nunca (no porque no me lo mereciese, no, es que prefería azuzarnos con la escoba). Debía tener unos biceps de camionero. Espero que 'Soy Grande' pille la idea y se dedique a adorar a octogenarias que lavaban la ropa a mano, y no a los tipos que llevan estas máscaras:
los nombres de los luchadores, al tiempo que
yo decía "aja,aja,aja,ajajajajá")
Lo bueno de estas dos grandes preguntas es que me dí cuenta de la importancia de la lavadora como electrodoméstico.
Porque puedo vivir sin lavaplatos. Pero no sin brazos.
Así que desde ese momento, nuestra principal prioridad era arreglar la lavadora. Yo me había fijado en una especie de tapón que había en la parte inferior del frontal, pero la esclava holandesa, teniendo en cuenta otras ocasiones en las que mi curiosidad de ingeniero me había llevado a apretar botones, decidió ejercer su derecho a veto...
podría encontrar el botón de autodestrucción en una máquina de Coca-Cola...)
Al día siguiente, la esclava holandesa decidió llamar al servicio técnico de Fagor, pero desistió antes de hacerlo, al darse cuenta de que se avecinaba el megapuente del primero de mayo. Mientras tanto, yo recibía asombrado el manual de la lavadora en mi e-mail (gracias señores de Fagor) y lo imprimía...
La esclava holandesa, en cuanto volvió del trabajo (a mediodía), empezó a trastear con la lavadora; ya sabía que el tapón misterioso daba acceso al filtro; el filtro es esa cosa que evita que la moneda que dejaste en tu pantalón llegue a la motobomba (=aparato que saca el agua de la lavadora). Había sacado todo lo que había encontrado ahí (un trozo de un juguete, probablemente de los niños de la dueña anterior, y una moneda de 5 centimos, probablemente de un tío con una nariz aguileña y porte majestuosa. Al menos aparecía dibujado en una de las caras :-P), y había investigado el tubo mediante el cual el agua llega al filtro, sacando un par de porquerías (alambres) y notando como un clavo y algo desconocido estaban atrapados en el tubo. Estuvo media hora intentando infructuosamente alcanzar dichos objetos, pero lo único que consiguió fue un par de uñas ennegrecidas de mierda y un odio desproporcionado por los clavos y los tubos.
Así que me llamó, contándome los avances (yo todavía estaba trabajando) y me pidió que llamase a Duczen, gran experto en electrodomésticos, que nunca ha llevado Fagor (pero por alguna extraña coincidencia, yo siempre acabo preguntándole por alguna marca que él no lleva)
La respuesta de Duczen fue abrumadoramente detallada. Para un ingeniero informático, recibir una breve nota en una servilleta que indique lo que alguien quiere que hagas ya suele ser una saturación de información (normalmente se espera que podamos leer la mente), así que cuando recibí un despiece enterito del sistema de desague de una lavadora cualquiera, junto con un folio de instrucciones agradablemente salpicado por coñas marineras, me vi desbordado por la emoción.
Eso sí, dado que la operación estaba detallada en 9 pasos,2 de ellos que se hacían por seguridad, con la palabra INUNDACIÓN en varios de ellos, con la expresión "PASTA GANSA" flotando ominosamente en el ambiente si la cagaba, y teniendo en cuenta que había que utilizar 4 herramientas distintas (y no, no vale ésta), decidí que si llegábamos a tener que desmontar cosas que no fuesen embellecedores, llamaríamos a un técnico rapidito...
Aun así, estaba convencido de que probablemente no tendría que usar mis nuevos conocimientos sobre lavadoras (dado que la esclava holandesa ya había quitado el bloqueo principal, porque el clavo y el objeto no identificado llevarían ahí eones). Pero el ansia ingenieril se apoderó de mí.
Duczen, como buen ingeniero, me había preparado para cualquier cosa que hubiesen diseñado estos chicos de Mondragón. Así que los primeros pasos fueron agradablemente sencillos. Cogí un destornillador de estrella de seis puntas (que supongo servirá también para rituales satánicos de invocación de fontaneros del averno), desatornillé el frontal inferior y así tuve acceso al tubo donde estaba nuestro clavo y el OTNI (Objeto en el Tubo No Identificado). Dado que el tubo es de plástico (gracias al MEV), pude comprobar que el OTNI, por el tamaño y grosor, era algo parecido a una caperuza de boligrafo. Una vez identificado, fue cuestión de aplicar uno de los pasos de Duczen. El paso en cuestión es este:Inclinar la lavadora hasta que podamos operar debajo de ella.Que uno la sujete y el otro se tumbe debajo. Todas las opciones son buenas, pero si tú te tumbas y ella sujeta, las vistas son buenas. :D
Decidí, finalmente, que más valía conservar mi cara sin marcas de lavadorazos que erección volando, así que yo sujeté la lavadora mientras la esclava holandesa tenía una buena visión de mis bajos sacaba los elementos extraños del tubo.
Este es el resultado;
Puedo entender la tapa raída del boligrafo de los Pokemon, pero... ¿¿¿qué cojones hace ahí un clavo de los de clavar gente a cruces de madera, coñoya???
Supongo que Duczen & companny habrán encontrado cosas peores en los filtros. Pero como es mi primer arreglo de lavadora, me parece asombroso.
En fin, que ahora tenemos la lavadora nuevamente funcionando, y sin clavos, ni capuchas de boligrafo, ni nada en el tubo de acceso al filtro.
Así pues, el curso de bricomanía queda así:
1) si en tu lavadora empieza a hacer parpadear lucecitas, no te ha tocado la especial; es que se ha jodido
2) el crusaíto... venga, en serio:busca el manual de tu lavadora, y encuentra la sección de limpieza del filtro.
3) desconecta la lavadora de la corriente y de la toma del agua. este último paso hazlo con un cubo a mano, porque si la lavadora se ha jodido en medio del lavado, lo más común es que tenga agua.
4) vacía el tambor de ropa, de agua,.... una vez más, los cubos vienen bien.
5) accede al filtro. Aquí también va a salir agua, pero como está a ras de suelo, tendrás que usar un plato. Abre la tapa del filtro poco a poco, sacando agua de esta manera.
6) vacía el filtro de objetos extraños. esto incluye piezas de juguetes, monedas, políticos incorruptibles,...
7) quita el frontal inferior y palpa el tubo que va hasta el filtro en busca de objetos extraños. Sacalos. Usualmente, es mejor que alguien incline la lavadora para así tener mejor ángulo para tocar el tubo. De paso puedes obtener una perspectiva diferente de la persona que sujeta, sobre todo si lleva falda de tablas ymeestoydesviandodeltema.
8) vuelve a poner todo en su sitio
9) prueba la lavadora vacía (un ciclo de aclarado servirá). No lo hagas (repito: NOOORRRRL) con ropa, porque luego te tocará aclararla, tus brazos quedarán hechos mierda y estarás sin poder rascarte la nariz un par de horas a menos que sepas hacerlo con los pies.
Si sigue atascándose, el problema puede estar en seis millones de sitios diferentes, si hacemos caso a Duczen. Yo no tuve huevos de retirar ni gomas, ni de tocar cosas con nombres tan arcanos como 'presostato' (de hecho, estoy pensando en incorporarlo como hechizo en la historia de magia de "Vieja Usanza"), pero si alguien los tiene, enhorabuena.
En todo caso, puede ser que algo haya llegado a la motobomba, en cuyo caso estás jodido, porque si hubiera un atasco en la tubería de desague de tu casa, ya estarías inundado. Así que llama al técnico y que te cobre la de Diox.
Y por supuesto, si este briconsejo te ha parecido básico, estúpido o ambas cosas... es porque no necesitas briconsejos. Felicidades, y la próxima vez, sólo mira los enderdibus, si te gustan. Y si no, pues no :-P
1 comentarios:
Bueno, he de puntualizar que no fui yo solo el que arreglo el grifo de la ducha. Descubrí la causa de la avería, pero la reparación y ajuste corrió de parte de Ranio y Geralt que estaban también allí.
De echo descubrimos las habilidades de Ranio para hacer rodajas de cosas de goma...
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