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martes, 18 de septiembre de 2007

Esta paranoia es de Ender Wiggins

Grandes cagadas personales...

Que al ser humano, desde que el tiempo es tiempo, le gusta poco reconocer que la ha cagado, es una verdad universal.

A todos nos cuesta asumir que nos equivocamos, más o menos. Personalmente, lo asumo e intento reconocerlo con más frecuencia de la recomendable (la gente acaba murmurando y llamándote 'puto desastre' a la cara :-) ), pero la cosa sigue ahí.

Dado el carácter belicoso (dialécticamente hablando, se entiende) de este, nuestro weblog, me pareció una buena catarsis* proponer un ejercicio de metida-de-la-mía-pata y preguntaros:

¿Cual es la equivocación / metida de pata que más vergüenza os ha causado?

Obviamente, se puede dar por aludido cualquiera que quiera poner un comentario... aquí no vamos a tocarle los cojones a nadie pringándole con un 'meme' de estos de weblog super 2.0 con comimiento de pollas y endogamia por doquier. No.

Tampoco es un concurso:


y ya sabéis que no hay malas respuestas, así que no os de miedo:



¿le dijistes a tu abuela que ya tenía edad para ir poniendo las cosas en orden y palmó en ese instante? ¿te pillaron tus padres y todos sus amigos en plena efervescencia masturbatoria mirando una foto de Gayola Berrocal? ¡Cuéntanoslo! (si es necesario, como Anónimo)


Personalmente... hum. es difícil quedarse sólo con una...bueno, veamos:

Hace tiempo, en una universidad muy, muy lejana, (uy, que me voy... ¡¡puta neurona friki!!), estábamos en el intermedio de clase. No recuerdo muy bien con quién. No era Duczen. O sí. Yo que sé. El caso es que estábamos hablando, animadamente, sobre la profesora de la siguiente clase. En mi mejor momento (ahora recuerdo que debía de tener público femenino, porque yo andaba haciendo el Showman ((c) Soy Grande) ), justo cuando estaba haciendo mi famosa imitación de la profesora, y hablando sobre lo bien que la sentaba el bigote, la cara de todo el mundo se congeló en un rictus de terror que me hizo suponer que la tenía detrás. Y efectivamente, ahí estaba.

Culpa mía por pensar que los pelillos que me rozaban la nuca era mi melena y no su bigotazo :-P

Como anécdota casual, no aprobé esa asignatura hasta que cambié de profesor.

Como otra anécdota casual, en las asignaturas que tenían que ver con mátemáticas en mi carrera, yo siempre tardaba lo mismo en hacer el examen: hora y media. Daba igual que me diesen cuatro horas. Nunca he hecho un examen de mates en el que necesitase más de hora y media para:

a) terminarlo y largarme a Radire a comprar unos discos en buena compañía

b) darme cuenta de que no tengo ni puta idea y largarme a Radire a comprar unos discos en buena compañía.

Ni en los que he suspendido, ni en los que he aprobado.

* (existe) (y no es esdrújula, como las palabras que usa nuestro 'Soy Grande', que últimamente se prodiga menos que el humor del juez del Olmo)



3 comentarios:

J. Coltrane dijo...

Hombre, yo recuerdo una buena. Hace ya algunos años, a eso de las 4 de la mañana, voy subiendo en el ascensor de casa y me viene un pedo a la memoria, y voy y pienso: "¿me lo tiro o qué?". Claro, a esas horas encontrarse tráfico en el ascensor es casi imposible, y recalco el casi, porque tal como se me cayó mi pequeño, una vecina mía que estaba de buena para comérsela, entró corriendo en el ascensor justo cuando yo ya cerraba la puerta. Tuvimos que subir hasta el tercero con olor mezcla gas mostaza y napalm... y yo rojo, amarillo, y de varios colores más, y pensando: "con está lo tienes claro..."


Saludos

Anónimo dijo...

Voy a hacer caso a Ender y firmar como anónimo.

Estoy bloqueado y no recuerdo ningún marrón así muy gordo, y seguro que los tengo porque bocazas soy un rato.

Ummmm, contribuiré con una anécdota inocente.

Hace muchos años cambié de móvil y el mio viejo se lo di a mi madre. Esa misma tarde (unas horas después de cambiar los móviles) estaban en el salón mis padres con mis hermanas y sus novios. Yo estaba en la habitación y me dio por enviar un mensaje más o menos guarro/picante. Un minuto después oí el sonido de mi antiguo teléfono recibiendo un mensaje. Dos segundos después pensé "Que casualidad, un mensaje... ¡Coño! ¿a que es el mio y se lo he enviado a mi madre?. Me levante cagando leches y fui al salón directo a mi ex-teléfono y pasando en medio de la reunión familiar. No habían cogido el móvil todavía porque mi madre no sabía manejarlo todavía. Cogí el móvil, leí mi mensaje y lo borré mientras decía "na, no es na, publicidad de movistar". Volví a la habitación y reenvié el mensaje, esta vez bien.

...cestoy alzheimer total, no recuerdo ningún marrón y se que los ha habido. Si alguno recordáis alguno mio podéis ponerlo, luego juzgo si os mato o no. Jajajaja. ¡Eh!, no, que firmo como anónimo.

Firmado Anónimo

Anónimo dijo...

Pd.: Me he reído mucho con Bin y con lo de Ikea.