Método de trabajo con incentivos.

Esta mañana llegan los de los muebles con nuestros mega-sofás transformers (Duczen, no pinches el enlace que no puede salir nada bueno), y nuestra gran cama con canapé. Así que escribo esto y me voy rapidito a desayunar y a esperarlos. Como son amiguetes, también nos traen nuestras bicis, y un par de cuadros grandes que no cabían en el coche.

El tema del título es por otra cosa; esta tarde, a las 19:30, tenemos que ir a coger la furgoneta que hemos alquilado para el traslado de las cosas grandes el Sábado (básicamente 4 muebles, 1 mesa de ordenador, 1 televisión y alguna cosa más). En un principio Jon y Ranio iban a ser el músculo, junto conmigo. Ranio al final no podía venir, así que nos quedábamos solos Jon y yo. (y la esclava holandesa, pero no es de lejos tan bruta (físicamente) como Jon y yo.)

El caso es que mi jefe siempre me decía que, cuando falta personal y los ánimos decaen ante alguna tarea, lo mejor que puedes hacer es poner algún incentivo. Como prometer una noche loca en El Flowers se sale de presupuesto (desde que tenemos casa nueva, semos pobres), he pensado en un incentivo que también hará salivar /recalentarse, y probablemente a todos los sexos por igual:

Al final, Ranio parece que sí que viene, y tendermos también a mi padre. Aun así, el incentivo sigue siendo necesario. Vamos, creo yo...