Póngame cuarto y mitad de gas

¡¡¡Invadamos Argel!!!.

Digo, leo en 20minutos que ha habido una nueva explosión de gas en Murcia. Ha resultado herida una joven de 25 años. Al parecer no es grave, mejor para ella, no para el edificio que ha quedado dañado como mandan los cánones de los efectos colaterales. Al margen de frivolidades y de preguntas como ¿qué coños hacías un sábado noche de carnaval en casa de tus padres?, la noticia no informa sobre la causa de tal explosión y especulan a priori sobre un escape de gas, en cualquier caso está siendo investigado por los bomberos o el personal acreditado para ello.

Últimamente, cada vez más, en televisión y demás medios de promulgación de la psicosis colectiva están sumándose a la campaña: "Metamos miedo al personal, lo importante es meter". Cierto es que hay numerosos intereses más o menos ocultos (que desconozco) y (supongo) todos ellos monetarios. ¡Elemental, querido Watson!. No voy a descubrir ahora los huevos fritos con chorizo, pero cierto es que la liberalización del comercio del gas implica que ya no va a ser exclusiva de Gas Natural o quien se tercie en tu provincia. Un consejo: cuidado con los contratos que firmáis de mantenimiento y demás que luego el café es achicoria.

Volviendo al tema de este post, que no es ni la noticia ni las compañías distribuidoras de gas natural, sino el miedo al gas. Cuando ocurre una desgracia relacionada con él saltan las alarmas y no es para menos porque entran en juego vidas y grandes desperfectos materiales (que si bien no son lo que importa en la vida, te la joden). Este miedo está exacerbado. Maximizando es comparable al pánico a los aviones. No suele haber accidentes aéreos pero cuando suceden acarrean consecuencias desastrosas. Aunque volar no entraña peligro, lo entraña el aterrizaje (o despegue). El gran problema del gas, en un altísimo porcentaje, es mala manipulación y omisión en el mantenimiento de los sistemas de seguridad (y uso del mismo), rara es la vez que no es así. Demasiados condicionantes y putas malas casualidades se tienen que dar para que suceda una tragedia y no sea una de esas causas (directa o indirectamente). A lo que voy, os voy a improvisar una pequeña lista de consejos para evitar tales males, que no es infalible ¡ojo! y no lo digo para meter miedo, ¡Dioses, soy uno de ellos!, sino porque la vida es así y todo puede suceder.

En modo desordenado, improvisado y según salga...

1. El gas es tu amigo salvo cuando pagas la factura bimensual, como yo, en el que te cagas en todos sus muertos; pero recuerda que los malos son quienes mandan, no culpemos al mensajero, por lo que si ves que partes de la instalación no están en buen estado, no le castigues en plan que se joda, arreglarlo es la solución, ¡coño!. Lo más importante, que lo haga alguien capacitado para ello. Huye de los chapuzas y amiguetes que tienen un amigo que tiene un primo que es un manitas. Tu mismo, igual te solucionan el problema, pero si luego pasa algo... con un poco de suerte te has muerto y no tienes que pegarte con nadie. Los profesionales cobran por algo, cosas como el trabajo bien hecho y la responsabilidad del mismo... y si, luego está que te toque el hijoputa que ni sabe ni le importa y además te tonga. ¡Mala suerte!.
2. La seguridad está para algo. No hablo de que pongas a Stallone mirando a los ojos a (por ejemplo) la caldera y le diga "No siento las piernas, si te mueves te matouuurl". Basta con unas sencillas pautas. Los aparatos que trabajan con gas (¿salvo el excretor?) tienen dispositivos de seguridad, tales como:

• Limitadores de temperatura, para evitar calentones, que luego las hormonas son traicioneras y acabamos dónde no debemos.
• Sénsores de tiro y analizadores de combustión. Este es una tontería, sólo se encarga de detectar si esos humos de na y los productos que derivan de la combustión siguen su cauce hacia el exterior o se acumulan en el habitáculo en el que está el aparato. Sin entrar en más detalles, pero estos productos (unos amigos del carbono y el oxígeno) suelen producir eso que llamamos la muerte dulce. Vamos que te empiezas a dormir y plácidamente... te mueres. ¡Hey, vigilar que la chimenea no esté obstruida!, que si no hay por donde sacar se crea un tapón harto peligroso. Si por arriba no hay salida, nos volvemos por abajo... y esto no es bueno, creerme, aunque sea por un acto de fe. ¿No somos el 98% católicos?, que se note que nos tragamos todo, todo, todo. ¡Cuidado con esas risas, seamos serios, que hablamos de vidas humanas!, aunque suene fatal... o no, según el momento.
  
• Válvulas detectoras de todo, si de todo, falta de cuadal de agua, de gas... hasta de estupidez mental si me apuras. Son útiles porque en caso de falta de todo eso (menos lo último) bloquean los aparatos de gas y ahí no se mueve ni Dios, como en el 23F pero sin esos tres y la manipulación oculta que seguro sufrimos.

Hay alguna más pero ya estoy aburrido de ellas. El caso es que si estás hasta los huevos de tu vecino que se pasa el día taladrando para colgar cuadros en su casa, que parece el museo del prado, entonces puenteas (aka anulas) uno de estos sistemas, todo funciona, no te gastas dinerito en arreglarlo y con un poco de suerte giras la ruleta y en vez de salir intoxicación por productos derivados de la mala combustión, sale explosión y le jodes. ¡A tomar por culo el Prado de barrio!. También pueden suceder las dos y la fiesta ya es el acabose. Un secreto y no se lo cuentes a nadie: Respeta los sistemas de seguridad y su correcto funcionamiento.
3. ¡Es que tengo frío!... ya, señora, y los de la morgue una hipoteca que pagar. Así que esas antiestéticas rejillas por las que entra frío y se escapa calor, hay que taparlas, sellarlas a cal y canto si hace falta. ¡Un momento!, entra uno y sale otro, ¿se pondrán de acuerdo para el orden?, ¿es una vía con carriles para ambos sentidos? o ¿usan el modo rebajas de enero y que sea lo que San Petróleo quiera?. Respecto a las rejillas, están por algo y principalmente es ventilación, es decir, si hay una fuga para que Logan escape y a ti te de tiempo a vivir. Una tontería, vaya. Si te duele la cabeza habitualmente al pasar por dónde estén los aparatos que manipulan gas o te huele raro, no es que tu pareja te esté volviendo más gilipollas y/o más no higiénica (que también), sino que posiblemente tengas un escape de gas. Ahora uno se enrolla y dice que según que gas no huele pero se odoriza para ser detectado (¡anda, más seguridad!) y que si tienes la rejilla abajo eres hembra y si la tienes arriba estás haciendo el pino y eres hembra también. ¡Pero no!, rejilla abajo posiblemente para los que usen gases más densos que el aire, esto es más brutos en plan españolito de campo de la españa profunda (butanos y propanos o glp o algo así, que sé yo); y si están arriba es que son menos densos que el aire (obvio), vamos que pesan menos, los anoréxicos del grupo (gas natural y demás). También puedes tener ambas rajas, digo, rejillas y que sea una para que entre airecito fresco y otra para que salga el hedor a guarro cabrio vetusto. Déjalas vivir, no las tapes, si suelen ser 10x10 cm2, con lo bonito que es el 10, fíjate en la mujer (u hombre) 10... y si no existe ese ser, entonces (con más motivo) dejemos a las rejillas pues.
4. Cierre la puerta que la estufa se enfría. ¡Que dices, insensato!. Te enfrías tu capull@. Las estufas, ese gran amigo de los ancianos y las mesas camilla (junto a su hermano el brasero de toda la vida), son para usarlas un ratillo nada más y con o la puerta abierta o la ventana un poquito, es decir, no en habitaciones cerradas. De entre ellas el baño ni de coña. ¡Que imperativo!, nada, que cada cual haga lo que quiera en democracia.
5. Me emocionan las rimas. El poeta que todos llevamos dentro.
6. ¡Doctor, mi instalación tose, parece enferma!. Revisiones periódicas. ¡Yiuuuujuuuuu!, cabrones que me sacan los cuartos con lo mal que está la vida. Pues a joderse porque cada 5 añitos (antes eran 4) te toca pasar una revisión de la instalación del gas, para que no pierda ni gota, como cuando retienes líquidos con cristales en la uretra. Este ejemplo no sé si es correcto, si alguien lo ha sufrido que habl... lo siento por el(la).
Noticias varias, a partir de este año es obligatorio por ley que el usuario revise anualmente sus aparatos de gas a través de personal acreditado y (si puede ser) competente, que igual es mucho pedi; salvo para Nacho Vidal que está altamente comprobado su magnifico funcionamiento; pero al resto: Ale. En principio cada cual puede hacer lo que le de la gana, hasta recibir 400 euracos de progresividad y hambre para mañana, pero en cuanto el resto del universo consumista nos reclamen esas revisiones, jodidos andamos... bueno, a mi cojonudo porque el frío me da dinero, y a mis amigos cojonudo también porque les acojo en mi mantita de dar calor (sin vicio, ¡oiga!); pero al resto: Ale.
7. Este punto es la suma de 4 y 3, según que numerología es el número perfecto: 3 (lo espiritual) y 4 (lo terrenal); pero como apesta a Iglesia y los "Obispos NUNCA dicen a quien votar", pues lo omitimos.

Como creo que me he despistado de la idea original y no estoy diciendo casi nada, nos marcamos un homenaje a los grandes momentos de la nochevieja y sus campanadas televisivas, producimos una discontinuidad espacio/tiempo... y ya van diez.

10. Señores, sentido común. Anda que no pido nada. Si algo falla no antepongan el dinero a la vida, si no tienen pasta: a pasar puto frío y a comer frío también; o por lo menos no se jueguen la vida de los demás, háganme ese pequeño favor, a pesar de no soportar a sus vecinos (aunque probablemente se lo merezcan), ¡lo mismo es su vecino quien lee esto!.


Una última cosa: LAS BOMBONAS DE BUTANO NO EXPLOTAN, ¡hostias!. Lo hace el gas concentrado en el habitáculo y detonado por alguna chispa, generalmente al dar la luz o por el cabronazo del frigorífico que se arranca por bulerías y hace boooom. La bombona sale tan fresca, ¡será cucaracha la cabrona!.

Tanto rollo y no pongo lo básico, Dependiendo de la importancia de la fuga (que eso se nota):

NO DES LA LUZ.
ABRE LAS VENTANAS.
CIERRA LA LLAVE DEL GAS.

(... y a mayor gravedad...)

(DESDE DONDE NO HAYA OLOR A GAS)
LLAMA A LOS BOMBEROS
(EMERGENCIAS, POLICÍA O QUIEN PROCEDA)
Y
HAZLES CASO.
¡HOSTIAS!.