|
Una de Asesinos (reales) |
- ¡Oye, Ducen!. ¿Por qué nos leímos el libro ese de los asesinos en serie?.
- Pues la verdad no lo sé, pero nos gustó. No me acuerdo como se llamaba.
- A mi no miréis que yo tampoco.
- ¡Hey!, hace tiempo que no te veíamos.
- Ya ves, ocupado que anda uno.
- ¿Por qué nos preguntas por el libro?, quedamos en que no hablaríamos a nadie de él por lo que pudieran pensar y en ultima instancia diríamos algo del comportamiento humano. Por si cuela...
- Estas semanas a los de La Sexta, mientras como, les ha dado por poner como unos americanitos orgullosos de sí mismos resuelven casos de sus asesinos.
- Es verdad, eso son digestiones; pero uno es curioso, más son un coñazo. En Csi te lo venden mejor.
- Menos en Miami.
- ¡Hombre, tu también por aquí!. Cuanta razón tienes.
- ¡Llorón!.
- No te metas con H que bastante tiene con ser... como es.
- Os estáis desviando del tema.
- ¡El libro!, háblales de uno de los serial killers que allí se citaban.
- ¿Y el nombre del libro?.
- No.
- ¡Dínoslo!, no te hagas de rogar.
- ¡Que no, hostias!.
- No te pongas chulo que te la ganas.
- No, no es eso, es que no recuerdo el nombre. ¡Hala!, ya lo he dicho.
- ¡Vale ya!, ha callarse que nos van a oir.
Tranquilidad que este muchacho ya murió hace tiempo... vida y obra en wikipedia.
A este cielo le daba por matar, violar, quemar y beberse la sangre de sus víctimas. No siempre todas ellas y no en ese orden precisamente... o si. A saber. Para más repulsión eran niñas de entre 8 y 14 años, llegando a tocar su límite con una pequeña de 5.
En este punto uno puede intentar comprender como una mente humana puede llegar a hacer tales aberraciones y si uno se esfuerza y lo cataloga como enfermedad, se libera de sentimientos y cree en la objetividad: igual lo consigue; pero yo ahora mismo me conformo con decir: será hijo de puta.
Al primor de muchacho, con su pasado y su contexto condicionante y todas esas cosas que seguro que D. Soy Grande nos suelta desde su púlpito de pedagogo, cuando le condenaron a morir decapitado dijo:
"Dígame, cuando me hayan decapitado ¿podré oír siquiera un momento el ruido de mi propia sangre saliendo del cuello?".
Por supuesto, el tío no era malo en lo suyo pero le pillaron, como a casi todos, por un error que cometió con una víctima. Lo de error es una interpretación, que para la víctima fue un acierto. El error (o acierto) fue que pensó que la había matado, no estrangulo lo suficiente, y después de agredirla sexualmente se olvido de ella tras experimentar el orgasmo. Si es que nos pierde lo que nos pierde. ¡Uy!, voy a quedar como un cerdo con esa frase... pues la tachamos:
Ahora en un alarde de originalidad debería poner la canción de Talking Heads Psycho killer. ¿La pongo?. La verdad es que la canción me gusta. ¡A la mierda la originalidad!, he aquí:
Je, en fin,
hago lo mismo de siempre...
hago lo mismo de siempre...
1 comentarios:
tengu miedu. Si hay algo que me asusta más que un robot de transformers enloquecido es un blogger de yosoykeysersoze que ha leído un libro de psicópatas. Te voy a regalar un libro sobre los teletubbies (solo habla de tres, el morao es damasdiado subversivo)
Publicar un comentario