Secuestrando a Miau Daisy a lo local, largo y aburrido

Una vez pasado el efecto de los alcoholes varios sedantes que tanto Jon como yo hemos tenido que tomar para superar la traumática experiencia de las vacaciones puñeteros móviles con cámaras de video, estamos en disposición de relatar lo acontecido aburrimiento dominical extremo.

Todo empezó a media tarde de un día cualquiera, por ejemplo el jueves viernes. Estábamos los dos en nuestro el piso de Ender, sin Ender, que (g)jeta tenemos por todos los colorines horteras del mundo, discutiendo sobre los efectos de la política oportunista de derechas en el ciudadano medio las tetas de la pataky cuando nuestras traviesas ideas un grupo terrorista de elite entrenados en los bajos fondos de Usera nos sorprendieron (¿alguien se lo cree?). Entraron en el piso gracias a nuestro alto nivel de estupidez usando estudiados métodos de distracción. Llamaron a la puerta y según abrimos exclamaron -¡anda un disco de Marisol a dúo con Keane volando!. -Obviamente nosotros no pudimos más que mirar por el ventanal respondiendo a la par -¡pero que dices!, si no vuelan. -Para cuando quisimos darnos cuenta unos 10 minutos de arduo raciocinio ya estaban dentro y nos tenían amordazados en diferentes habitaciones.

A partir de aquí todo es muy confuso que sueño. Creo recordar a Jon reírse gritar mientras planeaban el rescate del más querido que a nosotros mismos pobrecillo gato y como Jon en un gesto heroico luchaba contra la cámara de fotos sodomización de los allí secuestrados. En ese momento me estaba descojonando vivo mi cabeza voló, salí de mi cuerpo y viaje por las calles de Stockholm Madrid. Me vi a mi mismo cogiendo con una sola mano en plan hulk un autobús rojo, andar por la plaza España se rompe coño con tanto tirititero, entrar en la sala que verde era mi (pubis) valle Heineken.

Dicen que las experiencias traumáticas crean efectos en al mente que son difíciles de superar, pero a veces son mecanismos de evasión y en ocasiones compartidos. Sé que Jon también hizo que su mente saliera de su cuerpo, le noté al lado mÍo (AL LADO, NO DETRÁS) e incluso sé que en los peores momentos (antes he dicho al lado), cuando los secuestradores torturaban nuestro maltrecho cuerpo (de verdad que era al lado), nuestras mentes al unísono pensaban cabronazos cómo podéis cobrar 10 coma euros por un puto litro de cerveza cabronazos cómo podéis cobrar 10 coma euros por un puto litro de cerveza (al la-do, es lo que he dicho).

En ese momento (teniendo en cuenta que estaba al lado) llego la música.

Primero sonaron las amenazas música muy interesante a modo de calentamiento. Tuve que concentrarme para no volver a mi cuerpo a ritmo de casiotones. Jon ya suspiraba, nunca supe si fue por sus captores o por las mujeres que nuestras mentes duales visionaban. Después llegaron las extorsiones la fuerza, el ritmo, la percusión, el funky y !!!.

Como no podían con nuestras mentes probaron a torturarnos con agua y electricidad nos calló una tromba de agua que parecía que estábamos en el arca de Moisés pero por fuera. Aún así no desistimos, nuestra única preocupación era no hacer ruidos para no despertar defender a la esclava holandesa de tales bestias. Para ello y siguiendo con nuestro puto paseo a pie por las calles de Madrid pero dando rodeos salvajes viaje astral hicimos acopio de cervezas y comida italiana cualquier cosa que nos sirviera para defendernos. Llegamos a casa Regresamos a nuestros cuerpos, cada uno al suyo, aunque creo que Jon paso primero por el del gato, y conseguimos reducir a los 300 culturistas a lo potochof secuestradores. Cansados por tal magno esfuerzo la pedazo resaca del día anterior nos fuimos a dormir CADA UNO A UNA HABITACIÓN estratégicamente colocadas porque estábamos más destrozados que una canción de nin cantada por leonardo dantes con pañuelos incluidos para proteger a la esclava. Me dormí preocupado porque ramoncin abandona la sgae, pau dones dice más tonterías de las que canta y esto el mismo mes es síntoma del fin del mundo y me pillaba en tanga sin el mp3 de 30 seconds to mars uno de los secuestradores Faramir el moñas se nos había escapado, bueno se le escapó a Jon por dos motivos: 1.- el relato lo estoy contando yo y 2.- por tener una cazadora de pana marrón resines el post lo publicó yo.

Al día siguiente todo no era más que un recuerdo vago y pasajero dioses que sueño. Jon estaba bien o por lo menos tan bien como es normal en él. La esclava holandesa no se percató de nada o eso esperamos por nuestra propia salud física, que la mental ya la damos por perdida, mejor para ella y nosotros upss. Yo salí intacto por otros dos motivos: 1.- el relato lo estoy contando yo y 2.- por NO tener una cazadora de pana marrón resines el post lo publicó yo. El gato… ¡Ostias! ¿y el gato?.