hoy no vengo a hablar de tu libro

Por un día, voy a hablar de deporte sin hacer referencia a este libro. (ups)

Lo primero, y lo aclaro para evitar malentendidos en los que se suponga que soy una persona con ética del trabajo y que hace las cosas concienzudamente, he de decir que no me he leído [modo UPS ON] el libro [modo UPS OFF]. Dicho esto, podréis suponer que hice lo más ilógico; leerme un texto corto para acordarme de cómo se hacía el temita, y luego ponerme a practicar sin más.

Desde aquí, mis disculpas al autor del libro. Pero si lo hubiese leído, ahora mismo no os podría contar cosas divertidas.

En resumen: he empezado a salir a correr otra vez. Digo 'otra vez' no por las múltiples veces en estos ultimos años que he salido un día y no he vuelto a salir, sino porque hubo una vez, hace mucho tiempo, que fuí a una maratón

(curioso, nuestra web sigue ahí. que nostalgia. 2001...)

el tiempo es, por supuesto, vergonzoso; pero dado que fue en octubre, y en septiembre (exactamente el 10 de septiembre de 2001, lo recuerdo porque al día siguiente hubo un pequeño problema entre dos aviones y unas torres que no se entendían bien) me torcí un tobillo por el método de "entrenar ya siendo de noche por un patatal mal llamado parque, tropezando y recorriendo de lado 5 metros antes de irme al suelo" , pues me conformaba con terminar la carrera

(he intentado encontrar la photo finish que me hicieron, pero ya no encuentro la web que tenía las fotos....pena, porque tenía una cara de patetismo cansado que molaba mazo)

Bueno, al turrón. Resulta que antesdeayer el Martes (¿era esto, querida?), ya no encontraba ninguna excusa lógica para no salir a correr. Hacía buen día, llegaba del trabajo relativamente pronto (eran las 20:00), y tenía unos pantalones cortos tipo culotte (pero sin el protector de nalgas de ciclista, obviamente) y una camiseta nike (de esas que tienen dry-fit, son rojo chillonas, tienen agujeritos y por el precio, parece que corran por tí o lleven motor) sin estrenar.

Adicionalmente, cuando compré el ipod, adquirí también un brazalete ajustable para el brazo, para poder correr con el ipod sin que vaya bailoteando en un bolsillo. Como podéis ver, yo, para salir a correr no necesito mirarme los michelines. Necesito comprarme alguna chorrada como método de autoconvencimiento de que voy a salir a correr.

Dicho y hecho. Me puse los pantalones para escandalizar a las viejecitas, la camiseta chillona, el ipod y el brazalete, y sali de la habitación. Jon y la escalava holandesa me miraron admirados; De hecho, Jon dijo "joder, que al final si que va a salir a correr". Esto dice cosas muy malas de mi voluntad, y cosas muy acertadas sobre lo bien que me conoce Jon. La esclava holandesa prefirió animarme y apoyarme, añadiendo una zanahoria al final del palo ("cuando vuelvas de correr, cena de esas molonas").

El resumen de la primera jornada puede calificarse con una sola palabra: patetismo. No obstante, y como soy una persona que rebaja sus espectativas automáticamente para adecuarlas a la irrealidad, la califiqué de "destrozamiento de piernas esperanzador".

Unos Breves apuntes:

- Cuando hace mucho que no haces deporte, el tiempo de precalentamiento es muy importante. El calentamiento es importante siempre, aunque seas una máquina (sigo hablando de correr, so guarros, malpensaos). Obviamente, este calentamiento evita lesiones, y en general es una buena idea. Normalmente, un calentamiento de 15 minutos suele bastar. Si eres muy zote y hace tiempo que no levantas el culo del sillón recomiendo media horita de andar rapidito y estiramientos. Yo le dediqué 31 minutos :-D

- Después del calentamiento, empiezo a trotar. Lo primero que notas es que tus rodillas protestan, tus gemelos chillan, tus michelines (gordetex (c) ) aullan, y en general, oyes más a tu cuerpo que la canción de "30 Seconds to Mars" que llevas a todo volumen en el ipod para destruir el mundo mientras corres (si te queda algo de resuello).

Eso es bueno: tu cuerpo, al estar en una forma física deficiente gordaco, te advierte antes de que tengas algún problema grave; a la gente que está acostumbrada a correr, los problemas les sobrevienen sin aviso, como el windows en un ordenador potente; sus gemelos son pistones, su corazón un motor perfectamente engrasado. Así hay ataques al corazón a deportistas de élite; porque se ponen hasta las trancas de drogas su cuerpo es una máquina perfectamente engrasada. El que no se contenta, es porque no es suficientemente convincente a la hora de autoengañarse.

- Una de las cosas que yo tenía claras cuando corría, es que los primeros cinco minutos lo pasas fatal de la muerte ((c) Britni espirs). Esto tiene una explicación (aparte de la que empieza por "estás gordaco y pasas 8 horas sentado delante de un ordenador"), pero no me acuerdo.
El caso es que pasados esos cinco minutos, entras en equilibrio (si has cogido un ritmo que te puedas permitir), y, si no fuerzas mucho la máquina, puedes continuar trotando a ritmo cochineril durante un buen rato sin notar que te falta el oxigeno (de hecho, se trata de quedarte en la parte aerobia de ejercicio, en la que no hay deficit de oxigeno y me estoy enrollando con cosas que no vienen al caso, coñoya, que esto no es un post científico.).

Pues el caso es que yo no sufrí esos 5 minutos. Sufrí todo el rato. Mi cuerpo tenía a bien señalármelo con todos los indicadores anteriores ocurriendo a la vez (rodillas tipo 'elvis se marca un chotis', gemelos tipo ' no me siento las pieeeennas', corazón tipo 'martillo pilón echando humo'), añadiendo una marca de la casa; el flato, ese pinchazo agudo en el pecho que te indica que:

a) te has jamado una fabada y un litro de vino antes de salir a correr

b) estás en peor forma que Danny de Vito después de arruinar a un restaurante de buffet libre

Sin duda, lo peor es que cuando el flato arranca, tienes que parar obligatoriamente. echas a andar un ratito, disfrutando del paisaje desolado de un parque medio abandonado , escuchando musiquita, y pensando en tus cosas. Pasados 5 minutos, vuelves a empezar a trotar. Y vuelta a empezar el ciclo.

A la hora y cuarto de hacer esto continuamente, ya empiezaba a estar cansado muerto. empiezas a ver chispitas negras y decides que es hora de volver a casa. Decides seguir trotando para no llegar con el sudor frío a casa (a pesar de que has andado más que corrido). El flato, que no descansa, aparece de nuevo, incluso cuesta abajo. Joooder.

El Miércoles, ir a ver la peli de spiderman 3 una cuestión urgente e inaplazable me impidió salir a correr.

El jueves, mi cerebro andaba como loco desde las seis de la tarde maquinando excusas lógicas e imbatibles para no salir a correr ese día. Yo le dejé hacer, sabiendo que mi neurona construiría una breve pero irreductible aldea gala que resiste al invasor historieta para conseguir que mi cuerpo descansase. No obstante, cuando llegué a casa, apagué el cerebro, me puse los pantalones cortos chulopiscinas ajustados, una camiseta de manga larga, cogí el movil (el ipod andaba sin batería), lo embutí en la funda para el brazo del ipod (menos mal que es elástica) y salí a correr sin hacer caso a la neurona de las excusas.

Qué fuerza de voluntad. Qué sangre fría. Que me voy a quedar parapléjico a este paso.

Esta vez, y como:

a) iba pegado de tiempo (la cena me esperaba)
b) era el segundo día y la confianza estaba en buen nivel (gracias a mi capacidad de autoengaño)
c) no quería aburrirme como un mono.

hice un calentamiento de 15 minutos, y empecé a trotar a un ritmo normal.

El resultado: corrí 20 minutos menos, pero estuve corriendo todo el tiempo. Llegué a casa sudoroso y cansadillo, pero no medio muerto. La moral sigue subiendo. ya os iré contando, más brevemente.

[modo endogámico ON]
Si has llegado hasta aquí leyendo, probablemente no eres Pujimon.
[modo endogámico OFF]