El día después.... y soñé.

El domingo fue así:

Me desperté o más bien no dormí, me fui a la cocina para ser el primero en ser lapidado por 4 adultos cuarenta cincuentones y tres hijos, creo que ninguno coincide con más de un padre en la sala. Puestos a ser juzgado prefiero ser el primero, a pesar de no ser el culpable... Comí un solomillazo. Llegue a casa. Escribí lo anterior de un tirón. Me tumbé a ver algo y cuando me quise dar cuenta eran las Diez de la noche y tenía un calor tremendo (en la habitación lo hacía). No pude más que dormir hasta hoy a las 08:03. Tengo Jet lag onírico.

Soñé y me acuerdo del sueño.

Una serie de individuos invocan a seres demoníacos, pero demonios en toda regla, para fornicar con ellas, en principio eran demonias, y usarlas como esclavas; pero un grupo de ellos empieza a hacerles adoptar formas de animales, insectos y otras que no recuerdo pero eran muy raras. Ahí no estaba yo. De repente recuerdo ir paseando por una jungla y llegar a un puesto de guerra en el que sólo había una patrulla de reemplazo de novatos para detener a los demonios, que por cierto estaban molesto por lo de las formas de antes. Lo de la esclavitud no les molestaba, ¿?. El caso es que allí nos vemos cuatro almas disparando con una pistola con forma de batidora de huevos y un fusil de plástico a todo un ejercito de ya entonces extraterrestres. Les disparábamos y se convertían en humanos, al principio funcionaba, pero después sólo se convertía la parte que tocaba hasta que nos cogieron. La situación fue confusa porque ahora parecían humanos y nos dieron comida. La primera estaba buena, pero la última hizo que nos convirtiéramos nosotros en ellos. Recuerdo que se les iluminaron los ojos y se reían mientras yo me autodisparaba para no sufrir la transformación, pero si antes no funciono, ahora tampoco.

Acto seguido estaba en un mundo futuro de nuestros días (¿?) viendo como consideraban al ser que veía como un profeta, un Dios esperado o algo así. Vi tres hombres y tres mujeres que hacían una ceremonia del agua. Rezaban una oración y estrellaban un ovulo de agua contra un agujero cerca del mar. Unas veces brota agua si la ceremonia era aceptada y otras un líquido negro si era rechazada. Esta última vez fue rechazada y el ejecutor de la misma sufrió un pequeño e inofensivo golpe propinado por la erupción del líquido. Se ríen y lo vuelven a intentar. Entre tanto un individuo, el único consciente de todo lo que implica esa civilización y que sabe mucho más de lo que parece, me explica que todo está unido por el agua y me insta a realizar la ceremonia. No tengo muy claro si habla conmigo o con el ser que estamos siguiendo. Realizamos la ceremonia de forma torpe y brota agua como nunca antes, de hecho no para. Todos se extrañan menos el ser propio de esa ciudad que sonríe... aquí me he despertado.

Lo mejor del sueño, las imágenes (que no he descrito).

Ya me acuerdo porque no debería soñar.

Oysterband vuelven con disco nuevo. Esta es su canción más famosa Granite years.