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lunes, 2 de julio de 2007

Esta paranoia es de Ender Wiggins

contratos

El aire, si podía llamársele así, era caliente, y el hedor del azufre y el amoníaco impregnaba sus pulmones, su piel, sus vísceras.

Dante estaba sentado encima de un demonio pequeño y servil, que se agitaba ocasionalmente, seguramente presa de pequeños calambres y retortijones. El sufrimiento, en el infierno, era para todas las criaturas.

-¿Donde tengo que firmar?-Dante rompió el silencio existente. Ni siquiera el eco se atrevió a responder.

El demonio le miró, inquisitivamente. De sus manos (si podía llamárseles así) surgió un cuchillo, aparentemente de la nada, con la punta roma y unas runas inscritas en color rojo en el filo. Lo extendió hacia Dante, con extrema delicadeza, y una voz, como de rocas chocando, le respondió:

- En cualquier parte del manuscrito. Preferiblemente con sangre del antebrazo. Por eso de no dañar la mercancía.-La sonrisa del demonio, presumiblemente tranquilizadora, no lo era tanto viniendo de una masa informe de tentáculos, pústulas y deformaciones en todas las tonalidades que van del rojo al negro. Con un escalofrío recorriéndole el cuerpo, Dante acercó el cuchillo a su antebrazo izquierdo, y apretó levemente el cuchillo contra la piel, blanca y lisa. Una sensación cálida y familiar recorrió su antebrazo cuando la sangre manó, en pequeñas cantidades, al tiempo que la recogía con una pluma grande y estilizada, y firmaba...

un momento...

...en realidad, la pluma de cuervo no era una pluma. Era un boligrafo.

Dante miró hacia el demonio, y vió un hombre con corbata, impecablemente peinado, y con una cartera de cuero en las rodillas. Miró a su asiento y vió una silla de roble, con un estampado estilo Luis XIV. Miró a su lado, y a las paredes. Estaban en una sala con grandes cuadros en las paredes, y agradablemente iluminada, merced a un gran ventanal que daba al bullicio de Castellana. A su lado estaba su esposa. Y él no era Dante.

Y en el manuscrito, una frase coronaba 30 páginas de letra apretujada y aburrida.

"Contrato Hipotecario"



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no sé Dante, pero Beatriz seguro que se queda más tranquila... de momento.

Que Peliculero te ha quedado.

... y a partir de ahora viene lo peor.

Pd.: JA JA JA Ja Ja ja ja j ... mierda.

Ender Wiggins dijo...

Sí. estoy un poco épico. Deberías ver el rollazo que le he largado a la Pobre Maiko.

P.D: Ñej,ñej,ñej,ñej. ¡Viejo!

SueEllenRV dijo...

Da miedo

J. Coltrane dijo...

Aunque pudiera parecer un sueño, todo fue muy real, hasta el diablo se presentó en cuerpo y alma (si la tiene) a la firma de esa bonita hipoteca que te atará a él durante los próximos siglos...

Felicidades!!!

Anónimo dijo...

Joder segun e empezado a leer eso del aire caliente y satanico pense que alguien tenia problemas con la caldera. Es que lo de los servicios tecnicos es la leche yo llevo mas de un año a que me pongan la tapa de la lavadora

Anónimo dijo...

Y otro año que te vas a esperar como mínimo por listo.

Anónimo dijo...

Nosotros nunca lo haríamos, cambia de lavadora

Anónimo dijo...

Es es falso, a mi usaron y luego me tiraron al cubo de la basura, igual que a la campaña de Agatha Ruiz de la Prada. Insensibles.

Un consejo, no cambies la lavadora, cambia de vida.

Anónimo dijo...

Yo era mas de buscar una buena mujer de las que lavan planchan y hacen la comida. Total las mujeres son como las lavadoras funcionan a polvos