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jueves, 26 de julio de 2007

Esta paranoia es de Anónimo

Dualidad... (serie 98 capítulo 06)

... todo pasado tiene un presente ...



Esa noche subimos a la azotea de mi piso como tantas otras. Nos gustaba subir allí, siempre de noche, bajo la atenta mirada de las estrellas. Un onírico sueño con tantas deidades observándonos, a tantos egos, todos únicos, todos ateos de necesidad. Sea lo que fuere, nos ignorasen o no, quiero pensar que allí todo era diferente.

Estaba totalmente sometida al deseo. No consigo distinguir en que pecamos más, si bebiendo, fumando o follando, y todo ello con la marca del exceso. Pasada la medianoche, por un momento, sentí que abandonaba mi cuerpo. Simplemente lo dejé ahí, a un lado, y me convertí en espectadora de lujo. Sublime sensación ser protagonista e intrusa, fuego y agua.

Luis se acercó a la cornisa y se asomó. Le gustaba hacerlo. Lo había hecho un millón de veces. Yo le observaba como siempre. Más de una vez me imaginaba como saltaba y arrancaba el vuelo, libre y seguro, para alejarse sin mirar atrás. Después Él volvía a mi. Esta vez no fue así.

Vi como yo extendía mi brazo hacia Él y como brotaban cientos de mariposas, todas ellas hermosas, todas ellas batiendo sus alas y creando una fina nube dorada. Un batir efímero que duraba un suspiro para luego renacer. Deseaba que ellas fueran con él y le besaran; como yo lo hacía, como nadie más sabía; en la mejilla, en el pecho, en todo el cuerpo; como un susurro, como una caricia inacabada; pero su vuelo no se dirigía a Él, tornaba a mi y me envolvía.

Era una sensación maravillosa, embriagadora, cercana a la belleza, y lo era por partida doble. Bebíamos de ella las dos, mi yo físico y mi yo espiritual. No recuerdo si quise compartir ese inesperado placer. Creo que fui egoísta --sonrío-- pero ya éramos demasiadas...

Subyugada sucumbí a la tentación, me recreé en ella e ignoré a Luis que seguía mirando desde el borde, dándome la espalda. Entonces, giró medio cuerpo, extendió su mano y de ella brotó una llama, débil, tenue. Cerró los ojos y la llama creció. Crepitó haciendo que su cuerpo luchara contra la oscuridad. Ningún color que iluminara mi corazón brotó de ella.

El tiempo olvidó su labor. Volví a mi cuerpo. Fue un regreso no deseado, casi una violación. Noté como me forzaba. Superada mi unión odié a la llama, seguía ahí. Abrí la boca y susurre Ven. Se lo ordené, pero siguió inmóvil. Luis abrió los ojos y sopló suavemente. Ella, ahora si, vino a mi, despacio, y se estrelló en mi vientre. No me quemó, ni mucho menos. Me sentí protegida y de nuevo me olvidé de Luis para concentrarme en mi nuevo placer.

Un instante, un segundo o una vida después, levanté mi vista. No porque quisiera hacerlo, no quería que esos momentos acabaran, pero lo hice, un acto reflejo. Luis miraba al horizonte. Sabía lo que iba a suceder. Tensó los músculos de sus piernas y saltó contra la noche...

No voló. Grité.


... Continuará



4 comentarios:

Unknown dijo...

madre mia, que intriga...
amor a quemarropa lo del difunto Luis y la piva no?. Drogas alucinogenas?? se suicidó?? aahhh, no nos hagas esperar tanto!

ejem, genial ( como siempre)

Unknown dijo...

por cierto,me gusta el tema que has puesto. creo que abadono a Anouk por Mariza.

abandono.

nas noches

SueEllenRV dijo...

Qué intriga!
Yo quiero saber ya lo que pasa, no tardes mucho, por favor, que si no me compro el libro para mirar el final

Ender Wiggins dijo...

el mejor de la serie hasta ahora. Sin más. redondo. un final abrumador.
me gusta. ¿ya lo he dicho?